El ex presidente de Castilla-La Mancha y anterior titular del ministerio de Dejensa, José Bono, cree que De Juana debería haber puesto fin a su vida antes de cometer atentados terroristas que causaron la muerte a 25 personas.

Así lo puso de manifiesto en una entrevista televisiva, donde recordó su postura, expresada públicamente hace meses.

Bono aprovechó para criticar la postura del Partido Popular. Para él, "se puede juzgar el acierto de la decisión, pero lo que me parece una vileza es tratar de trasladar al Gobierno, a su presidente o al ministro del Interior intenciones de complicidad con ETA".

Para el político, que vive en los últimos meses retirado de la vida política activa, calificó de "detrito social" al terrorista, "asesino" y "mercancía despreciable", sin ahorrar en calificativos que poco tienen que ver con las medidas palabras que le dedican la mayoría de compañeros de partido, a excepción quizás del presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Ibarra, que junto con Bono se enmarca en el grupo de barones socialistas críticos con la política antiterrorista del actual Gobierno, calificó al terrorista como un "cabrón", pese a no desear su muerte: "Que no se convierta en un héroe, porque sería el mejor favor que le podríamos hacer después de su repugnante y asquerosa vida", añadió Ibarra.

Esta mañana, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, volvió a insistir en las razones de la concesión del segundo grado penitenciario.

Para él, ni mantenerlo en prisión ni concederle la prisión atenuada eran buenas opciones, pero entre ellas la segunda era "muchísimo mejor".