El líder opositor venezolano Henrique Capriles ha dicho este lunes que han solicitado a la ONU informar sobre "la verdad" de lo que pasa en el país y anunció una nueva movilización para el próximo sábado bajo el lema 'Protesta de las Ollas Vacías'. "Hemos solicitado a ONU se nos permita informar sobre la verdad de lo que ocurre y no el cuento que el Gobierno dice lleno de mentiras", indicó Capriles en la red social Twitter.

El anuncio se produce después de que el canciller venezolano, Elías Jaua, indicara en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra que su país está siendo víctima de una "guerra psicológica" por parte de medios nacionales e internacionales con el objetivo de derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro.  Jaua señaló que Venezuela ha sido sometida en el último mes "a un asedio continúo" que ha logrado "situar al país como un Estado violador de los derechos humanos".

Venezuela está sumida en un clima de protestas desde el pasado día 12 cuando una manifestación de estudiantes y opositores acabó con incidentes violentos y la muerte por disparos de bala de tres jóvenes, caso por el que hay ocho agentes de inteligencia detenidos. Capriles anunció para el sábado una nueva "gran movilización nacional contra escasez".

De acuerdo con un comunicado de la Mesa de la Unidad (MUD), alianza que aglutina a la mayor parte de la oposición, la nueva manifestación se denominará 'Protesta de las Ollas vacías' y se realizará con motivo del Día Internacional de la Mujer. La protesta "lleva como objetivo la crítica sobre los altos niveles de inflación, la acentuada escasez de alimentos, medicamentos y productos de primera necesidad", señaló la MUD.

"En nuestra Venezuela sí hay un gran malestar social frente a la grave crisis, frente al caos económico, hay que expresarla tema por tema", dijo Capriles en su Twitter. "Los graves problemas que vive nuestro país unen a los venezolanos, cosa que el Gobierno no quiere. No quieren que el malestar social se exprese", agregó.

La de violencia relacionada con las protestas ha dejado un balance oficial de 18 muertos, más de 250 heridos y centenares de detenidos, de lo que, según Jaua, continúan 73 en prisión.