El servicio del AVE que une Madrid con Sevilla fue cortado este miércoles como consecuencia de la caída de una viga de 140 toneladas sobre la catenaria a la altura de Gavilanes, en Madrid, debido a las obras en un paso superior de carretera responsabilidad del gobierno de la Comunidad.

El servicio será reanudado a las 6.30 horas de la mañana,

La empresa Corsán-Coviam, adjudicataria de las obras en las que ocurrió el suceso, precisó que el accidente se debió al vuelco de una grúa que sostenía la viga y recordó que "en todo momento se actuó en coordinación y con la autorización de todas las administraciones implicadas en el operativo, Ministerio de Fomento y Comunidad de Madrid".

Según el director general de Servicios de Alta Velocidad y Larga Distancia, Abelardo Carrillo, en todo el día ha habido unos 17.000 afectados en 120 trenes. 2.000 de ellos ya se habrían beneficiado de los servicios de transporte alternativo.

Renfe puso  en marcha un servicio de conexiones por carretera y cercanías :

Para los viajeros que tenían billete para antes de las 11 se desplazaron en un tren por vía convencional.

Los viajeros que viajaban más tarde fueron trasladados a La Sagra en autobús para de ahí reemprender su viaje en un tren de alta velocidad.

Desde Sevilla a La Sagra salieron dos AVE, uno sobre las 9 de la mañana y otro a las 13:10 horas, para trasladar a los pasajeros que tenían que viajar con urgencia.

140 toneladas

La viga de 140 toneladas provocó un "importante" destrozo, por lo que tendrán que ser cambiado 200 metros de catenaria y reparados otros 1.000.

Abelardo Carrillo se mostró muy crítico con la Comunidad de Madrid, responsable a través de una subcontrata de las obras que han causado la caída de la viga.

Caos en Madrid

Los viajeros se agolpaban este miércoles en Atocha ante las ventanillas de información de Renfe mientras la megafonía de la estación anunciaba contínuamente la interrupción del servicio, "por motivos técnicos" mientras recalcaba que no se garantiza "el compromiso de puntualidad", para el desasosiego de los viajeros.

Según la información que da la empresa de ferrocarriles, las causas del incidente le era ajenas y por lo tanto las compesaciones no se pueden solicitarse en las ventanillas de la compañía, aunque anotarán los casos particulares por si se pudiesen remitir a las autoridades responsables de las indemnizaciones.

Sin embargo, según las últimas informaciones, los viajeros podían cambiar la fecha de su billete o solicitar el reintegro de su importe, alternativas que recomendó Renfe dada la situación.

A primeras horas, los viajeros se quejaron de que los empleados de Renfe no informaban a los medios de comunicación desplazados, negaban cualquier dato e impidían que tomaran fotografías, llegando en algún caso a amenazar a los profesionales allí destacados.

"Han tenido tiempo para solucionarlo"

Manuel, un viajero de Madrid con destino Sevilla, se preguntaba "si desde la 01.00 de la mañana no ha tenido tiempo Renfe de ir y recoger la viga" que origina las dificultades.

Javier, madrileño con trabajo en Sevilla, recelaba de los autobuses que transportaban desde Atocha a La Sagra (cerca de Toledo) a los viajeros: "he perdido ya todas las reuniones y toda la mañana de trabajo y nadie me garantiza que desde allí pueda viajar".

El caso de Evelyn y su marido era distinto. Son argentinos y estaban de viaje en España. Este miércoles tenían previsto viajar a Córdoba, y todavía conservaban la ilusión por llegar esta tarde. No le echan la culpa a Renfe, pues "se trata de un accidente, y sucesos como este pueden ocurrir en cualquier sitio, hasta en el país más organizado". Para ellos, "el incidente no empañará el bonito recuerdo que nos llevamos de España"

"Voy a perder mi vuelo y nadie me informa de nada"

Perder un tren a Madrid significa a veces perder una conexión internacional. Es el caso de Juan, que tenía previsto viajar desde Córdoba a Madrid a las 09.07 para coger un vuelo a EEUU: "he perdido mi tren y nadie me informa de nada, ni siquiera del teléfono del aeropuerto".

Los viajes desde la estación de Santa Justa y el resto de Andalucía sufrieron graves complicaciones.