El portavoz de Sortu, Pernando Barrena, ha denunciado este domingo que el PP "ha convertido la política penitenciaria en la gran batalla, en su intento de imponer un esquema de vencedores y vencidos" para la resolución del problema de la violencia en el País Vasco.

Barrena ha hecho esta reflexión en una rueda de prensa convocada por la izquierda abertzale en San Sebastián y en la que también han tomado parte la dirigente de Sortu Amaia Izko, la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, y dos miembros del colectivo juvenil Ernai.

Antes acceder a la sede donostiarra de Sortu, donde ha tenido lugar el acto, los periodistas han tenido que identificarse para poder entrar en el recinto.

Durante la rueda de prensa, Ainhoa Etxaide ha leído un comunicado en euskera que después ha sido leído en castellano por Pernando Barrena, tras lo que no se ha permitido a los periodistas formular pregunta alguna, a pesar de que así lo han demandado.

En esta nota, los miembros de la izquierda abertzale han alabado la comparecencia pública en la que este sábado los expresos de ETA liberados tras la derogación de la doctrina Parot advirtieron al Gobierno de que la resolución del "conflicto" en Euskadi pasa por una "solución integral" que incluya el reconocimiento del "derecho a decidir del pueblo vasco" y la salida de los reclusos que siguen en prisión.

Barrena ha asegurado que la "lectura política" de la situación realizada en Durango (Bizkaia) por estos expresos fue "responsable, constructiva y en definitiva muy positiva", pues "reafirmaron su compromiso con el nuevo escenario político", además de "mostrar su adhesión" al comunicado en el que recientemente los presos etarras que siguen encarcelados reconocían el dolor causado.

Barrena ha precisado que la "nueva situación" creada tras el cese hace dos años de las acciones violentas de ETA debe propiciar "nuevos pasos" en la solución del conflicto, como "terminar con la dispersión" de los presos y "asegurar" su participación "en la dinámica social y política para hacer viable el proceso de paz y la normalización".

Ha recalcado además la idea de que en adelante "corresponde a la sociedad civil y a los actores políticos vascos determinar cuál debe ser la hoja de ruta que permita avanzar hacia la paz, el reconocimiento como sujeto político y el derecho a decidir".

Ha dicho que, en este contexto, "es totalmente inaceptable permanecer impasible ante la posición de Madrid, que pretende arruinar el futuro en paz de la sociedad vasca".

"Para ello", ha proseguido, será necesario hacer "frente" a las posturas inmovilistas a través de "las instancias institucionales y cualquier otro espacio que sirva para asegurar el futuro en libertad −de los vascos− como pueblo".

El dirigente abertzale ha exigido también "que nadie ponga excusas de mal pagador para que todos los tipos de violencia" desaparezcan "de una vez por todas" y sea posible construir un suelo democrático asentado sobre el derecho de la ciudadanía vasca a decidir libremente".

Se ha mostrado convencido además de que "la gran marea ciudadana a favor de los derechos de los presos va a mover la sinrazón del Estado, tal y como ha ocurrido en otros procesos de paz".

"Hay que sacar fuera de los muros de las prisiones la voz y la opinión de los presos y situarla junto a todas las demás, dentro de un gran movimiento social por la resolución del conflicto", ha concluido.

El Gobierno vasco ha dicho, en referencia al acto de expresos de ETA que "no es suficiente mencionar el sufrimiento" sino que "es necesario reconocer el daño injusto causado y apelar al desarme inmediato de ETA".

El Ejecutivo ha destacado, en un comunicado, que tampoco es suficiente "comprometerse a futuro con las vías de la no violencia" y ha considerado que el acto es "una escenificación para una estrategia ya conocida desde hace muchos años".

Ha reconocido como un "paso importante" el hecho de que los expresos hayan ratificado el comunicado del colectivo de presos de ETA (EPPK), difundido la semana pasada, en el que los reclusos reconocían el "sufrimiento" causado y aceptaban someterse a la legalidad penitenciaria para lograr excarcelaciones de forma "escalonada" e "individual".

"Es tiempo de pasar de las palabras a los hechos con pasos continuados", añade el Gobierno, que considera que "no solo hay que hablar retóricamente de las consecuencias del conflicto" y que tampoco se puede confundir "un proceso de pacificación y normalización en la convivencia con lo que permanentemente pretenden identificar con un 'proceso democrático'".