Un portero de Kontrol 34 dice que no llevaron la seguridad del Madrid Arena, pero sí de otras

  • Así lo ha manifestado la abogada de la acusación popular después de que el juez y las partes hayan interrogado al testigo, ayudado por una traductora de búlgaro.
  • María José Siñeriz ha criticado que el controlador, que decía no acordarse de muchas cosas, "haya recuperado la memoria" cuando llegó el turno de la defensa.
  • Tras el interrogatorio, los abogados de la acusación "tienen claro" que Kontrol 34 sí llevaba la seguridad interior los eventos habituales de Diviertt.
  • Madrid Arena: cronología de la investigación sobre una fiesta de Halloween que acabó en tragedia.
Fachada exterior del Madrid Arena.
Fachada exterior del Madrid Arena.
JORGE PARÍS
Fachada exterior del Madrid Arena.

Uno de los controladores de acceso de Kontrol 34 que trabajaron en la trágica fiesta de Halloween en el recinto Madrid Arena ha negado este lunes que se encargaran de la seguridad interior de ese evento, aunque ha reconocido que esta empresa sí realizaba esas funciones en otras fiestas.  

Así lo ha manifestado la abogada de la acusación popular María José Siñeriz, después de que el juez y las partes hayan interrogado al testigo, ayudado por una traductora de búlgaro, en los Juzgados de Instrucción de la madrileña Plaza de Castilla. De hecho, ha sido el único en declarar este lunes, puesto que el otro portero citado, Manuel M., está en paradero desconocido.

La abogada María José Siñeriz ha revelado también que el portero ha contado que siempre le paga la empresa Diviertt aunque trabaja para Kontrol 34 Siñeriz ha señalado que el portero que ha comparecido, Krasen Petkov H., de nacionalidad búlgara, no se acordaba de muchas cosas esa desgraciada noche. "Lo único que recordaba es que estaba fuera, en la explanada de cristal, que no se enteró de nada de lo que ocurrió dentro y que le dio las órdenes un tal Paco que no sabe ni quién es", ha apuntado.

Krasen ha reconocido que aunque no sabía quién eran y qué hacían sus compañeros, todos los porteros antes de la fiesta entraron en un cuarto, tal y como revelan las imágenes difundidas por algunos medios de comunicación, pero que a partir de ahí "no recuerda mucho".

"La orden del tal Paco es que se quedara arriba. De todas las funciones que tiene un controlador sólo le mandó que la fila estuviera ordenada, lo que es una pérdida de dinero porque contratar semejante señor tan alto, grande y sumamente enorme para poner el orden una fila, con una valla hubiera bastado", ha comentado la letrada, quien ha criticado que el controlador "haya recuperado la memoria" cuando ha sido preguntado por las defensa,  "algo que está pasando asiduamente" en este caso.

María José Siñeriz ha revelado también que el portero ha contado que siempre le paga la empresa Diviertt aunque es un trabajador de Kontrol 34 y ha confirmado que el propietario de Kontrol 34, Carlos Manzanares y uno de sus socios, Emilio Belliard, estuvieron allí esa noche, "pero no cree que estuvieran trabajando".

Por último, el testigo ha afirmado que no sabe nada las pegatinas de 'Servicio de Orden' pertenecientes a responsables de Kontrol 34 que encontró la Policía. De hecho, tanto Belliard como Manzanares reconocieron posteriormente que las llevaban ese día.

Tras el interrogatorio, los abogados de la acusación "tienen claro" que Kontrol 34 sí llevaba la seguridad interior los eventos habituales de Diviertt, algo que ha negado el abogado de Kontrol 34, Óskar Zein, que ha explicado a los periodistas que los controladores sólo realizaban labores auxiliares como acceso, ropero y taquillas y que de toda la seguridad, tanto la exterior como la interior de Madrid Arena se encargaba la empresa Seguriber.

"Absoluto descontrol y desastre"

Por su parte, el abogado de la acusación particular Abdón Núñez ha indicado que "todos sabían que aunque el personal era de Diviertt, lo que llevaban el control, la ubicación y los que decían qué tenían que hacer a los porteros era Kontrol 34".

Núñez ha añadido que en los grabaciones de la fiesta se pueden ver cómo los porteros utilizaban vallas metálicas, "algo que está terminante prohibido por peligrosas" para separar a la gente, y que "cortaban las escaleras sin sentido, provocando aglomeraciones".

"Todo revela un absoluto descontrol de la zona. Fue un auténtico desastre y una situación de pánico", ha concluido el abogado.

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