Una jueza ha autorizado la alimentación forzosa para una mujer de Ferrol que sufre anorexia y pesa 30 kilogramos a sus 50 años de edad.

Los médicos que tratan a esta mujer, ingresada en el hospital Arquitecto Marcide, tuvieron que acudir al juzgado de guardia porque corría peligro de morir por inanición, según publica La Voz de Galicia.

El fiscal de guardia entendió que existía "riesgo vital" y la jueza resolvió que el equipo médico tenía libertad de maniobra para hacer cuanto fuera necesario a fin de mantener a la mujer con vida.

Fuentes próximas al hospital han precisado que probablemente la primera alimentación que recibió fue por vía parenteral, la habitual en los casos posoperatorios.

Caso diferente en Barcelona

Todo lo contrario sucedió a principios de este año en Barcelona cuando una jueza rehusó la solicitud de internamiento de una joven de 20 años que medía 170 centímetros y 34 kilos.

En este caso también se habló de un posible "riesgo vital" porque se resistía a ser tratada.

La familia se quejó en aquel momento de que el forense ni se molestó en pesarla, que "ella le dijo que pesaba 48 kilos y que no le pasaba nada y él se lo creyó".