El Partido de los Socialistas Búlgaros (BSP) ha asumido este jueves la tarea de formar un nuevo Gobierno, tras las elecciones del pasado 12 de mayo y después de que su candidato a primer ministro, el tecnócrata Plamen Oresharski, recibiera el encargo del presidente del país, Rosen Plevneliev.

"Encargo al candidato Plamen Oresharski formar Gobierno", declaró este jueves Plevneliev, que sentó un precedente al acelerar, para no perder tiempo, el procedimiento del encargo del nuevo Ejecutivo, al entregar a Oresharski el documento con la petición, en presencia del líder de los socialistas, Sergei Stanishev.

Antes de hacer el encargo de la formación del nuevo Gobierno a los socialistas, Plevneliev se lo pidió al partido más votado en las pasadas elecciones legislativas, el centroderechista GERB, del exprimer ministro Boiko Borisov, que lo rechazó de inmediato. Así, llegó la oportunidad para Oresharski, que se comprometió a hacer "todo lo posible en un corto plazo para presentar en el Parlamento" su propuesta.

Una propuesta que, se espera, sea fruto de una alianza sellada con el partido de la minoría turca DPS que apoye al Ejecutivo encabezado por el socialista, que deberá ser votado por el Parlamento de Sofía el próximo martes, muy fragmentado tras las elecciones, con 97 diputados del GERB, 84 del BSP, 36 de la minoría turca y 23 del partido ultranacionalista Ataka.

Con el apoyo del DPS, que ha dado el visto bueno a la candidatura de Oresharski y le permitirá elegir a sus ministros, los socialistas contarían con el respaldo de 120 de los 240 escaños, lo que le situaría a un voto de la mayoría. No obstante, en caso de obtener el sí de la Cámara el próximo día 28, el hipotético futuro primer ministro ya ha prometido que entre sus primeras medidas aprobará ayudas sociales a la población más vulnerable y tratará de recuperar la confianza en las instituciones.