Amistades Peligrosas, el dueto que triunfó en los 90 con temas como Estoy por ti o Me quedaré solo, vuelve sin Alberto Comesaña y con nuevo componente masculino, Manu Garzón. Cristina del Valle, 50% de la formación, asegura que al dueto madrileño le quedan  "muchas cosas por decir". Para empezar, lanza nuevo álbum, El arte de amar.

¿No es peligroso regresar ahora, con la que está cayendo?

Totalmente, pero Amistades Peligrosas siempre ha sido un grupo de retos y riesgos. Cuando comenzó la situación económica también era complicada, aunque no tanto. Es en esos momentos cuando cobra sentido volver con propuestas que hablan de amor, de análisis y crítica social. La música, además de ser un instrumento para conmover, remueve conciencias.

¿Quién es el valiente que la acompaña?

Manu Garzón. Ha trabajado en musicales y tiene un grupo de rock, El Viaje.  Los dos entendemos el mundo de la misma manera: somos de izquierdas, hemos sufrido de niños la violencia en casa, fuimos educados por mujeres valientes que nos enseñaron a no callarnos y nos interesa la música para proponer otro modelo de mundo.

¿Por qué resucitar Amistades Peligrosas en vez de iniciar un nuevo proyecto que le diera más libertad?

Tenía una deuda pendiente con Amistades. En ese proyecto me dejé la piel, pero todo pasó tan rápido que no pude disfrutar de su éxito. Se convirtió en una vorágine constante. Llegó un momento en el que las riendas de mi vida ya no las llevaba yo, perdí la ilusión. Además, la música que quería hacer no era compatible con el grupo ni con mi compañero, Alberto Comesaña.

¿No estaban de acuerdo en la dirección que debían tomar?

Con Alberto me fui distanciando cada vez más, nos separamos tanto ideológicamente que cada uno estaba en las antípodas del otro. Fue una quiebra. Yo quería que nuestra música denunciara los temas con los que no estaba de acuerdo, tener un activismo social, pero no fue posible. Ahora el nuevo proyecto lo he hecho mío y lo comparto con alguien que disfruta de los mismos valores.

¿Cuál cree que fue el gran acierto de Amistades Peligrosas en su momento?

En España no había cultura de duetos y aquella combinación de chico-chica sorprendió. También triunfó nuestro punto de transgresión, una imagen muy fresca y unos juegos de voces que tenían mucha gracia. Aquella canción de Estoy por ti que decía "voy a ir al grano, te voy a meter mano" hablaba abiertamente de sexo de una forma libre y divertida en un momento en el que no era lo habitual.

¿Qué aprovecharán y qué renovarán?

Seguimos jugando con la puesta en escena. En el tema vocal, Manu tiene el mismo color de voz de Alberto y encaja muy bien para el juego de voces. Sin embargo, nuestro discurso es hoy más adulto y social.

Su nuevo disco suena a pop, flamenco, rap... ¿les ha quedado algún palo por tocar?

¡Nos ha faltado el heavy y eso que Manu viene del rock! El eclecticismo es uno de los sellos de la banda, así como la ausencia de prejuicios para mezclar distintos estilos.

Para ser usted tan reivindicativa, muchos de sus nuevos temas y el título del disco ('El arte de amar') hablan de amor.

Me ha costado mucho reconciliarme con los afectos y perder el miedo a manifestar las emociones. Nos pasa con frecuencia a los niños que hemos sufrido violencia en el hogar. El nuevo tema Te besé es el primero en el que hablo de amor con libertad. La canción habla de un proceso de enamoramiento. El tema Resucítame también habla de un romance: la de Jesucristo y María Magdalena. En la canción explicamos que la verdadera pasión de Cisto fue su amor por Magdalena. Pero luego hay otras composiciones que se fijan en lo que nos rodea. Hay de todo.