La ministra de Fomento, Ana Pastor, que este martes se reunirá con la dirección de Iberia para conocer el plan que prevé la reducción de casi una cuarta parte de su plantilla, ha pedido que el despido sea "la última opción" y que la reestructuración sea siempre "dialogada".

"Que sea dialogada con todas las partes y que incluya todos aquellos elementos que hagan posible que en España el despido sea la última opción", añadió. "Lo que he pedido y pido de nuevo es que en un momento como este especialmente cualquier reestructuración tiene que ser integral", indicó.

El "plan de transformación", según ha anunciado la propia compañía en una nota de prensa, se financiará con fondos propios persigue recuperar la rentabilidad y asegurar su viabilidad. Iberia destinará la liquidez de la que dispone a acometer futuras inversiones, hacer frente a sus pérdidas y a las deudas contraídas y a llevar a cabo lo previsto en su plan de transformación, añade.

El ajuste también contempla una reducción del 15% en la oferta de vuelos para centrarse en las rutas rentables, y una disminución de la flota en 25 aviones, cinco de largo recorrido y 20 de corta distancia, entre otras medidas.

Desde 2008 hasta finales de septiembre de este año, la caja de Iberia ha pasado de 2.272 a 1.074 millones de euros, tras destinar 446 millones a expedientes de regulación de empleo anteriores, 394 millones a inversiones, 334 millones al "repago" de deudas y 134 millones a cubrir pérdidas.

Pastor ha hecho estas declaraciones a los periodistas antes de intervenir en una jornada sobre el sector ferroviario, organizada por la consultora KPMG, del que asegura que "tiene una deuda muy importante y un apalancamiento imposible" y que "no se va a privatizar" sino a liberalizar.

Pastor destacó que la reestructuración del sector "se va a hacer de acuerdo a los trabajadores" y que su objetivo es crear un sector "eficiente, competitivo, liberalizado, y abierto", que sea una "fuente de oportunidades" que sirva para garantizar el mantenimiento de los puestos de trabajo.

Asimismo, resaltó que los objetivos principales son "incrementar el número de operadores, optimizar las estructuras financiadas por los fondos públicos, racionalizar la oferta de servicios y ampliar el acceso a los servicios de alta velocidad bajando precios".

La ministra, que afirma que el sector ferroviario genera un déficit "galopante", explicó que el modelo español está basado en el "endeudamiento desaforado" y añadió que "nadie en su sano juicio lleva a un ente público a una situación de riesgo", como es el caso del sector ferroviario que "tiene un endeudamiento de 20.000 millones de euros".

El proceso de liberalización, que Pastor comparó con los procesos de transformación que se han producido en algunos países europeos, afectará a Adif, "que tiene una deuda de más de 14.000 millones y se basa en el endeudamiento desaforado", a Renfe que tiene "pérdidas anuales superiores a 120 millones de euros" y a Feve, que presentó "más de 530 millones de deuda en 2011", agregó.