El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, anunció este viernes que su grupo acepta la propuesta del Partido Socialista para crear una comisión de investigación sobre lo ocurrido en el Madrid Arena. Según Calvo, el Consistorio, propietario de las instalaciones y que dio del visto bueno a los planes presentados por la empresa organizadora, no tiene "nada que ocultar".

El portavoz socialista, Jaime Lissavetzky, había comunicado a los populares su intención de proponer al Pleno del Ayuntamiento la creación de una comisión para intentar esclarecer qué desencadenó la "tragedia" en la que este jueves murieron tres chicas y otras dos resultaron heridas muy graves. Los representantes de UPyD también habían solicitado dicha comisión.

Valoramos y aceptamos la creación de esta comisión de investigación en línea con la transparencia que hemos intentado transmitir y ejercer desde que ocurrió este trágico suceso", subrayó Pedro Calvo este viernes como respuesta. "Debemos hacernos eco de la necesidad que los ciudadanos manifiestan de que haya un debate serio y profundo de este tipo de eventos, sobre si hay que celebrarlos, en qué condiciones, además de que se cumpla la legislación", apostilló en palabras recogidas por la agencia Europa Press.

Hasta el momento, el Ayuntamiento de Madrid ha negado cualquier responsabilidad en los hechos. Según el vicealcalde de Madrid y segundo de Ana Botella, Miguel Ángel Villanueva, la fiesta Thriller Music Park que acabó en tragedia contaba con todos los permisos y visados necesarios. Los propios técnicos municipales revisaron las instalaciones antes de la apertura y aprobaron el plan de seguridad.

Este viernes, Pedro Calvo, concejal de Economía, apuntó que la empresa organizadora, Diviertt S.L., "tendrá que asumir" las consecuencias si sus controles de entrada no detectaron la presencia de petardos, cohetes o bengalas. Uno de estos artefactos, según testigos presenciales, pudo originar la estampida que terminó con la muerte de las tres jóvenes. La Policía Nacional ya ha encontrado restos pirotécnicos que apuntalan esta teoría.

Pero hay más incógnitas. La organización ha comunicado al Ayuntamiento que vendió 9.600 entradas y que el aforo autorizado por el Consitorio era de 10.500 personas. Sin embargo, tantos los asistentes como fuentes de la investigación afirman que hubo muchos más asistentes y que un grupo grande aprovechó los minutos previos a la actuación del DJ Steve Aoki para colarse en el recinto sin entrada. El juez decano de Madrid, José Luis Armengol, cree que "se superó con creces el aforo permitido", a tenor de las imágenes difundidas.

En el apartado de seguridad, Diviertt organizó un dispositivo de un centenar de personas y contrató a dos empresas. Sin embargo, este dispositivo se hizo con una previsión de asistentes de 7.000 personas. Cuando el Ayuntamiento elevó el aforo máximo a 10.600, los efectivos no aumentaron. Por parte municipal se destinaron 12 agentes de la Policía Local, la misma proporción que envió al MTV Beach, que acabó en batalla campal. El Ayuntamiento admitió tras aquellos disturbios que pudo cometer un "error" de previsión.

Según los testimonios recogidos por 20minutos.es, en los accesos al Madrid Arena no se solicitaron los DNI ni se registraron los bolsos de las personas que entraban a la fiesta. Las mismas fuentes aseguran que en el recinto había menores de edad (uno de ellos era una de las fallecidas) y que se consumían drogas a la vista de la gente.