Bolinaga, el preso de ETA enfermo de cáncer, sale del hospital donde estaba ingresado

El preso de ETA enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria Bolinaga.
El preso de ETA enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria Bolinaga.
Javier Etxezarreta / EFE
El preso de ETA enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria Bolinaga.

El preso de ETA enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria Bolinaga, al que la Audiencia Nacional le concedió la libertad condicional, ha salido este martes del hospital para instalarse en su domicilio en Mondragón (Guipúzcoa) dado que, por su estado de salud, ya no se puede hacer nada por su vida.

Fuentes cercanas al caso han informado de que Uribetxebarria, condenado entre otros delitos por el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y que recibía tratamiento oncológico en el Hospital Donostia de San Sebastián, se encuentra en una situación de extrema debilidad y pesa 48 kilos.

Uribetxebarria, muy delgado, ha salido por su propio pie del Hospital Donostia a las 19.25 horas acompañado por su hermano, que conducía el coche para llevarle hasta Mondragón, según han indicado fuentes del colectivo de apoyo a los presos de ETA, Herrira. Vestido con un chándal oscuro, con boina y unas gafas colgando del cuello, el preso etarra, que llevaba en la mano una botella de agua, se ha abrazado al portavoz de Herrira, Jon Garai, y ha saludado a las cámaras de televisión antes de abandonar el centro hospitalario.

El proceso para recibir el alta médica se ha prolongado porque el médico que le ha tratado ha tenido que redactar el informe médico que Uribetxebarria tiene que enviar a Instituciones Penitenciarias.

Fuentes jurídicas han explicado que el recluso ha finalizado la fase de tratamiento de quimioterapia y radioterapia y que su salud se ha visto agravada por unos trombos que sufrió hace unos días. De momento, según las mismas fuentes, Uribetxebarria no recibirá ningún otro tratamiento en su domicilio.

Los servicios sociales penitenciarios de la cárcel de Martutene tienen que notificarle nuevamente, por orden del juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, las medidas que debe cumplir durante su estancia en su domicilio en Mondragón. En concreto, se le aplicarán las reglas de conducta que le impuso Castro, a sugerencia de Instituciones Penitenciarias, como requisito para concederle la libertad condicional, y que confirmó después la Audiencia Nacional el pasado 19 de septiembre.

Así, tendrá prohibido acercarse al domicilio y lugar de trabajo de sus víctimas o de los familiares directos de éstas, así como participar "de forma activa o pasiva" en manifestaciones públicas de enaltecimiento o legitimación de la violencia, especialmente de ETA. Uribetxebarria también tiene prohibido hacer declaraciones "de esa naturaleza" o que conlleven "desprecio o desconsideración" de las víctimas del terrorismo o pudieran ofender sus sentimientos.

Igualmente, el recluso no podrá ausentarse sin previa autorización judicial de la localidad que fije como residencia y deberá comunicar cualquier cambio o modificación en su tratamiento médico. A partir de ahora, han precisado las mismas fuentes, son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado las que tendrán que vigilar el cumplimiento por parte del terrorista.

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