El periodista Andoni Ortuzar, actual presidente del Bizkai Buru Batzar, la ejecutiva del Partido Nacionalista Vasco en Vizcaya, será con toda probabilidad el próximo líder del PNV, en sustitución de Iñigo Urkullu, que pasará a ser el lehendakari.

Los estatutos del PNV establecen la completa incompatibilidad entre cargos institucionales y en el partido. Por tanto, el líder del partido no puede ser a la vez el presidente del Gobierno vasco. Pero Urkullu, tras su gran victoria electoral este pasado domingo, no va a dejar que el presidente del PNV sea nadie que cuestione su liderazgo institucional, por lo que está decidido a impulsar a un dirigente de su estrecha confianza, en concreto a Andoni Ortuzar.

Urkullu sabe que en el pasado hubo tensiones muy importantes entre lehendakaris y presidentes del PNV. Ocurrió con Xabier Arzalluz, líder nacionalista, que cuestionó abiertamente las estrategias pactistas y posibilistas de José Antonio Ardanza, lehendakari moderado, con los partidos constitucionalistas, especialmente con el Partido Socialista de Euskadi (PSE), con quien gobernó en coalición.

Arzalluz siempre fue más partidario de tender puentes a Batasuna para avanzar hacia la independencia de Euskadi, pero los asesinatos de ETA siempre imposibilitaron acuerdos entre el PNV y el brazo político de la banda.

También hubo un choque frontal entre el lehendakari Juan José Ibarretxe y otro presidente del PNV, Josu Jon Imaz. En esta ocasión, al revés. Ibarretxe defendía su plan, consistente en impulsar un Estado vasco libre, asociado con España, pero con capacidad de decidir su posible independencia mediante un referéndum de autodeterminación.

Imaz, apoyado por el popular alcalde de Bilbao, Iñaki Azcuna, criticó el plan al entender que fracturaba a la sociedad vasca y apostó por tender puentes con los partidos constitucionales, PSOE y PP. Finalmente, y tras el fuerte enfrentamiento con el lehendakari, Josu Jon Imaz renunció a volver a optar a la presidencia del PNV. Por su parte, el plan Ibarretxe fracasó al ser rechazado por el Congreso de los Diputados.

Consciente de estos choques históricos, Urkullu está decidido a que el nuevo presidente del PNV sea de su estrecha confianza y Andoni Ortuzar fue precisamente quien le sustituyó como líder del partido en la provincia de Vizcaya, la más importante en cuanto a población y también en la que el PNV, históricamente, abre brecha con Bildu y el resto de fuerzas políticas.

Ortuzar, nacido en 1962 en Abanto y Ciérvana (Vizcaya), está licenciado en Periodismo y ha trabajado en Radio Popular de Bilbao y en el diario pronacionalista Deia, donde fue responsable de la sección Euskadi-Política.

Posteriormente, en 1987, fue el jefe de prensa del Departamento de Presidencia del Gobierno vasco. En 1992 coordinó la secretaría general de Acción Exterior del Ejecutivo autonómico e impulsó misiones institucionales vascas en el exterior y la programación de las visitas oficiales de mandatarios extranjeros a Euskadi. También fue miembro de la Comisión Bilateral Euskadi-Estado para Asuntos Europeos.

Desde 1999 hasta 2008 ha sido el director general de la radio televisión pública vasca EITB (Euskal Irrati Telebista), hasta que fue nombrado presidente del PNV en Vizcaya para susituir a Urkullu, quien pasó a presidir el partido a nivel de toda Euskadi.

Ortuzar, aunque partidario de "la construcción nacional vasca", como el mismo defiende, es pragmático y proclive a avanzar en tal objetivo, pero sin radicalismos. Por tanto, de confirmarse que será el próximo líder del PNV, es probable que apueste por pactos y acuerdos puntuales con Bildu, pero también con los partidos constitucionalistas (PSE, PP y UPyD), en la línea que está anunciando el próximo lehendakari, Iñigo Urkullu.

No es descartable que el sector cercano a Joseba Egibar, líder del PNV en Guipúzcoa y favorable a un frente proindependentista con Bildu, trate de impulsar a un candidato, ya sea para intentar hacerse con la presidencia del partido o para ganar cuota en la próxima dirección peneuvista.