Merkel empaña una semana de euforia en los mercados ante el posible rescate a España

  • La prima de riesgo cerró los últimos tres días por debajo de 400 puntos, un nivel de sobrecoste en el pago de intereses desconocido en los últimos seis meses.
  • Las agencias de calificación, el Fondo Monetario Internacional y analistas extranjeros dan por hecho que España solicitará un rescate a la Unión Europea.
  • El problema es saber cuándo pedirlo y qué condiciones se impondrán para que España reciba el dinero. Las fechas electorales podrían ser claves.
  • GRÁFICO: Consulta la evolución del Ibex-35.
La canciller alemana, Angela Merkel y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, durante la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la UE.
La canciller alemana, Angela Merkel y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, durante la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la UE.
EFE/Thierry Roge y Horst Wagner
La canciller alemana, Angela Merkel y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, durante la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la UE.

Lo intentó el francés Hollande. Y lo intentó Rajoy. Pero la canciller alemana, Angela Merkel, no dio finalmente su brazo a tocer en la Cumbre de Bruselas y se salió con la suya. La Unión Europea no dispondrá de un supervisor financiero en el BCE y de una Unión Bancaria en enero de 2013, tal y como se había pactado en la anterior reunión de Jefes de Estado y Gobierno comunitarios, el pasado mes de junio. ¿Consecuencia? La recapitalización directa a los bancos españoles a través del MEDE tendrá que esperar. Y los mercados, que esta semana se habían comportado con optimismo, de nuevo volvieron a la depresión.

Este viernes el Ibex-35, que en las cuatro primeras sesiones de la semana había acumulado una revalorización del 5,49% —llegando a superar la barrera de los 8.100 puntos— se dejó un 2,31% y cayó a 7.913 enteros arrastrado por la incertidumbre de cómo se va a recapitalizar ahora a las entidades españolas que necesitan una inyección urgente de hasta 59.300 millones en el peor escenario, según el informe de la consultora Oliver Wyman. Y sobre todo, por cómo se van a contabilizar los 40.000 millones de euros que España ha solicitado a Bruselas. Sin recapitalización directa del MEDE, aplazada previsiblemente hasta 2014, el escenario cambia.

"Tampoco es la preocupación más importante del Gobierno de España", ha afirmado Rajoy en la rueda de prensa que concedió tras la clausura de la cumbre de los Veintisiete. El presidente del Gobierno español no ha dado importancia a la posibilidad de que esos 40.000 millones (un 4% del PIB) y los intereses que se devenguen se tengan que contabilizar como deuda pública. Y el primer tramo está ya previsto que llegue en noviembre a través del Fondo Español de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

La prima de riesgo da un respingo

Una de las mejores noticias económicas de la semana para España había sido que su prima de riesgo (el sobrecoste frente al bono alemán que España debe pagar por su deuda a 10 años) descendía a sus niveles más bajos desde hace seis meses. Pero el jarro de agua fría de Merkel también afeó el buen comportamiento de los bonos españoles en el mercado de deuda.

La prima española, que se situaba el pasado lunes en 434 puntos básicos, había logrado marcar su mínimo semanal a primeras horas de este viernes al tocar los 364 en el intradía de la sesión. Pero fue salir Angela Merkel a su rueda de prensa en Bruselas y que confirmase el acuerdo alcanzado en la jornada previa para aplazar la recapitalización directa de entidades con problemas, para que la prima diese un respingo hasta 378 puntos en el cierre del mercado.

Expertos consultados por la agencia EFE han considerado "decepcionante" el resultado de la Cumbre y los mercados así lo han expresado en esta última jornada de la semana. Pese a ello, el bono a 10 años de España ha visto cómo en cinco días ha pasado del 5,82% al 5,37% —o lo que es lo mismo, España pagaría un 0,45% menos de intereses por su financiación a final de semana que en su inicio—.

El pánico del 24 julio, cuando el bono español llegó a su máximo del 7,62%, parece en todo caso que ha quedado lejos. El Tesoro Público colocó este jueves 4.614 millones (una emisión por encima de la prevista) y pagó por su deuda a diez años la rentabilidad más baja desde enero. Y la agencia Moody's, además, proporcionó en la noche del martes una segunda buena noticia: mantuvo la nota de deuda de España y evitó que se sumergiese de este modo en la calificación de 'bono basura'.

Entre los motivos que Moody's esgrimió para dejar la calificación de la deuda española al nivel 'Baa3', destacaban dos: el plan de reestructuración bancaria realizado por el Gobierno de Rajoy y que España "probablemente solicitará una línea de crédito preventiva del Mecanismo Europeo de Estabilidad". O lo que es lo mismo, la agencia espera que España pida un rescate. Y esta vez para las arcas de Estado, no solo para los bancos.

Un rescate esperado

Durante toda la semana, el Gobierno de Mariano Rajoy se ha esforzado en transmitir que no existe una decisión definitiva sobre la petición de este rescate. Y que, en caso de realizarse, dependerá de la condiciones que se le impongan desde la Unión Europea. "Haré lo que convenga a los españoles. Lo que un presidente no puede hacer de ninguna manera es actuar bajo presión. Si tengo que tomar esa decisión la tomaré, igual que tomé la decisión de pedir un préstamo para las entidades financieras", ha vuelto a insistir Rajoy este viernes, en Bruselas.

A pesar de que el Ejecutivo español aseguraba en la noche del jueves que el asunto no había sido tratado en el Consejo Europeo, la palabra 'rescate' estaba en boca de todos en Bruselas. El presidente francés, François Hollande, por ejemplo, comentó que es "una decisión que compete a España" y que las condiciones que se le impongan no pueden pasar por una "mayor austeridad". "Es España la que debe decidirse. Pueden tomar una decisión y nosotros la respetaremos", añadió por su parte el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

Pero no solo son las condiciones exigidas por Bruselas para el rescate las que pueden estar frenándolo. También son los plazos. El Gobierno de Rajoy se enfrenta este próximo domingo a dos elecciones regionales fundamentales para el Partido Popular; sobre todo en Galicia, donde solo la mayoría absoluta les permitiría seguir al frente de la Xunta gallega. El anuncio de un rescate, dado el escaso margen del que dispone Feijoo —solo posee un escaño por encima de los requeridos para formar Gobierno en solitario— podría dificultar a los populares la retención del Ejecutivo gallego.

Tampoco Merkel está muy dispuesta a poner dinero alemán para rescatar a otro país, teniendo Alemania cita con las urnas el año que viene. Pero las presiones a Rajoy para que pida un rescate son cada vez mayores. El propio FMI, a través de su economista jefe, Olivier Blanchard, apostó este miércoles porque "España e Italia dispongan de un plan en el corto plazo", lo que se interpretó como una sugerencia a ambos países de la periferia europea para calmar a los mercados.

Porque es precisamente de los mercados de donde procede la presión. Si España ha rebajado esta semana su prima de riesgo y los intereses de su deuda ha sido por la expectativa de rescate y por los planes de recapitalización bancaria de la UE. Pero si ambos no se producen cuando antes, el azote de los inversores a la economía española podría volver de forma inminente.

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