La plataforma Nunca Máis ha reaparecido este martes para reclamar un "juicio ejemplar" en el que debían estar también imputados altos cargos del Gobierno de Jose María Aznar como responsables políticos de la catástrofe medio ambiental causada en 2002 por el hundimiento del petrolero Prestige.

"Este juicio tenía que haber sido ejemplar. Tenía haberse celebrado hace años. Tenía que estar a la altura de lo que significó el movimiento de solidaridad y de conciencia no sólo en Galicia sino en toda España y en el mundo", ha afirmado a los periodistas el escritor Manuel Rivas, quien junto a otras 300 personas se ha concentrado en las inmediaciones de Expocoruña, donde se celebra el juicio por la mayor catástrofe medioambiental en Galicia.

En la causa están acusados el capitán del barco, el griego Apostolos Mangouras, de 77 años, para el que se piden 12 años de prisión por atentado contra el medio ambiente, daños y desobediencia; los mismos delitos que se les imputan a otros dos miembros de la tripulación, Ireneo Maloto, primer oficial, de nacionalidad filipina y que actualmente se encuentra en paradero desconocido, y Nikolaos Argyropoulos, jefe de máquinas.

En el banquillo también se sienta desde este martes José Luis López-Sors, exdirector general de la Marina Mercante cuando Francisco Álvarez-Cascos dirigía el Ministerio de Fomento, que está acusado de imprudencia grave por el rumbo errático que siguió la nave durante seis días y que extendió el vertido de fuel desde Galicia hasta las costas francesas.

"La presencia de López-Sors tiene una carga simbólica y con su imputación todos entendemos que lo que está sentado ahí es la actuación conjunta de un gobierno que no estuvo a la altura", ha apuntado Rivas. Según el escritor, "los banquillos vacíos" generan "inseguridad" —agravada por la tardanza de una década en la celebración del juicio— en una sociedad que estuvo por delante del "Estado".

"Fue una respuesta sin precedentes con miles de voluntarios que hicieron posible la recuperación ecológica de las rías", ha remarcado Rivas, para quien la sociedad civil impidió que la catástrofe del Prestige pueda ser entendida como una "derrota".

La ausencia de responsables políticos de la era Aznar imputados en el juicio ha sido también criticada por los dirigentes de Izquierda Unida, encabezados por Gaspar Llamazares, quien ha lamentado la existencia de "justiciables de primera y de segunda" y ha reclamado la imputación del exministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos, quien comparecerá en la causa como testigo. "La justicia tardía no es justicia", ha lamentado el excordinador general de IU.

Por su parte, la coordinadora de Esquerda Unida (EU) en Galicia y candidata número 2 por A Coruña de la coalición Alternativa Galega de Esquerdas (AGE) en las elecciones autonómicas de 2012, Yolanda Díaz, ha lamentado que la década transcurrida entre la catástrofe y el juicio no haya supuesto mejoras significativas en la lucha anticontaminación en las costas gallegas, por las que circulan anualmente más de 12.000 buques con mercancías peligrosas. "Seguimos sin puerto refugio, sin medidas anticontaminación", ha remarcado.

En esta misma línea se ha manifestado el candidato del BNG a la Presidencia de la Xunta en las próximas elecciones gallegas, Francisco Jorquera, quien ha advertido de que Galicia sufre cada diez años un vertido de importante impacto medioambiental. Jorquera se ha referido también a las "responsabilidades políticas" todavía "sin depurar".

"López Sors cumplía ordenes. Los máximos responsables no están imputados. Aquí tenía que estar sentado en el banquillo el señor Aznar", ha aseverado.