La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha ofrecido en el Senado la colaboración de los miembros del Ejecutivo para los trabajos de la ponencia que estudiará la reforma de la Cámara Alta, para la que "ahora existe la mejor voluntad", ha explicado.

El Senado, ha dicho, "puede aumentar sus funciones y la mejor fórmula es cambiando la preeminencia legislativa de las cámaras"; aunque ha querido destacar que hasta el momento la cámara "ha cumplido perfectamente" con su cometido. Hay margen para el acuerdo, ha añadido, pero "sin tutelas de ninguna clase" por parte del Gobierno, que respeta profundamente "la separación de poderes".

Sáenz de Santamaría ha comparecido ante la Comisión Constitucional para presentar sus planes de trabajo para la legislatura, inaugurando la ronda de comparecencias de los ministros en el Senado.

El pasado 22 de febrero todos los grupos aprobaron la creación de la ponencia -que se hará en la Comisión de Reglamento- a partir de una moción presentada por el PSOE y enmendada por el PP. Su misión será elaborar un informe sobre las reformas necesarias para "reforzar las funciones del Senado como Cámara de representación territorial". El trabajo deberá estar concluido antes de junio del año que viene.

La idea es que el Senado pueda llegar a ser una cámara de primera lectura, por delante del Congreso, en los asuntos de contenido autonómico, como la reforma de estatutos, la financiación autonómica, la cesión de tributos, etc.

También será el Senado el primero en ver las leyes relativas a la organización y financiación de las entidades locales y tendrá además "una mayor intervención" en las proposiciones de ley originadas en la Cámara Alta, de relevante incidencia autonómica o local, y las que procedan de las Comunidades Autónomas.

La vicepresidenta ya apuntó el pasado 8 de febrero que el Senado iba adquirir un papel más relevante: explicó que el Gobierno iba a impulsar que los vetos de la Cámara Alta tuvieran el mismo valor que los del Congreso, que Mariano Rajoy comparecería una vez al mes en las sesiones de control y que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se personaría dos veces al año.

Este martes ha confirmado que la Ley de Estabilidad Presupuestaria incluirá un precepto que establecerá que si el Senado veta un techo de gasto, éste será definitivo, es decir, valdrá lo mismo que el veto del Congreso.