Hace unos meses, concretamente en noviembre, desde 20minutos.es nos hicimos eco del estreno online de Rosa, un cortometraje de animación que era el trabajo de un solo hombre: Jesús Orellana.

Después de la polvareda que levantó el estreno en webs especializadas, la Academia del cine decidió que Rosa estaría entre las cuatro elegidas para llevarse el Goya al mejor corto de animación.

No acabaron ahí las buenas noticias para Orellana, que hace unas semanas firmó con la Fox un contrato para hacer una versión de Rosa en imagen real dirigida por él mismo.

Pocos días después de estrenar Rosa le llegaron ofertas de Hollywood. ¿Cómo fue ese primer contacto?

Los primeros en contactarme a raíz del tráiler que lancé en agosto fueron Heyday, la productora de Harry Potter. Estaban muy interesados en el proyecto y la posibilidad de adaptarlo a largometraje, les envié el corto y uno de ellos vino hasta Sitges para reunirse conmigo durante el festival.

También se pusieron en contacto conmigo de XYZ Films, productora de The Raid, una película brutal por cierto, lo mejor de este año en Sitges, también para reunirme con ellos durante el festival, dónde pude explicarles en persona las ideas que tenía para la película, así como enseñarles un concept-art.

El mes siguiente lancé el corto online y aquello se convirtió en una locura, fue noticia en las principales webs sobre cine, llegando hasta el Hollywood Reporter. Recibí correos de todas las agencia importantes, mánagers, más productoras e incluso estudios como Warner que, a través del interés de HeyDay, me ofrecieron pagármelo todo para que fuera a hablar con ellos esa misma semana.

En este punto vi que todo me empezaba a venir un poco grande por lo que firmé con un mánager, que sería mi enlace en Los Angeles, y se ocuparía de toda la organización. Sin él no habría sabido ni por dónde empezar.

Viajó a Los Angeles para negociar in situ con las productoras. ¿Cómo fue la experiencia de reunirse con los gerifaltes de la industria?

Fue tremendo entrar a los estudios e ir de productora en productora, cada estudio es como una pequeña ciudad, con su propio estilo, en el de Universal llegamos incluso a perdernos, parecía una urbanización.

Una cosa que me impresionó fue que en las recepciones de los grandes estudios tenían los Òscar expuestos en vitrinas como si fueran trofeos.

Otro gran momento fue en Fox, yo soy un fanático de Alien y Blade Runner y al entrar al despacho vi material de Prometheus y casi me olvido de por qué estaba allí. Todo fue muy rápido, yo no había cogido nunca un avión, ni siquiera había salido de España por lo que tuve que sacarme el pasaporte y plantarme en Los Angeles de un día para otro.

Una vez allí pude conocer a mi mánager y firmar con una agencia y un abogado, lo cual es requisito indispensable en Hollywood. Estuve toda una semana de reuniones, unas cinco o seis diarias, prácticamente todos los estudios: Warner, Paramount, Universal, New Line, Fox, etc. así como muchos productores como Akiva Goldsman, el cual también es guionista y tiene un Oscar por Una mente maravillosa, hablar con él sobre el proyecto fue genial.

La última reunión fue con la Fox y fue precisamente con quien más sintonía tuve, estaban muy abiertos y participativos, me ofrecieron lo que buscaba, que era hacer una película de menos presupuesto pero con más libertad. Lo vi perfecto y firmamos. Yo no tengo experiencia en imagen real y quiero empezar poco a poco.

¿Cómo le han tratado en Hollywood siendo un desconocido?

El recibimiento ha sido espectacular desde el primer momento. Fueron los primeros en pedirlo desde festivales y también los primeros en entrevistarme y ofrecerme la posibilidad de crear un largo. Al presentarme allí no sabía lo que me iba a encontrar, estaba muy nervioso pero se me pasó rápidamente al empezar las reuniones, todo el mundo fue muy receptivo y acogedor.

Ha firmado para rodar una película en imagen real de Rosa. ¿No le da cierto vértigo que una major de Hollywood apueste por usted con sólo un corto entre manos?

Un poco sí, para qué negarlo, hacer una película de ciencia ficción para Fox cuando ahora mismo están haciendo Prometheus da un poco de vértigo. De todas maneras una película requiere muchísima preparación y pulir cada pequeño detalle durante el desarrollo lo cual le quita presión. Al firmar me dijeron que era la primera vez que firmaban un contrato con un director que no había realizado nada de imagen real previamente, lo cual implica lo mucho que confían en mí y el proyecto.

¿Qué planes tiene mente hasta que se inicie el proceso de preproducción de Rosa?

Después de los Goya tengo que volver a Los Angeles para tener una segunda reunión y empezar a dar forma a la película. También estoy recibiendo guiones de otros proyectos, así como ofertas de más productoras, como alternativa está la posibilidad de dirigir publicidad, lo cual es muy común en nuevos directores para ir adquiriendo bagaje tras las cámaras. Por ahora estoy centrado escribiendo el guión de Rosa, ya veremos qué pasa en las siguientes semanas.

Ahora que habla de los Goya, este fin de semana es la gala, en la que Rosa está nominado a mejor corto de animación. ¿Se lo esperaba?

Al ser cuatro nominados de una lista de diez (la Academia hace una preselección de diez trabajos antes de escoger los cuatro que lucharán por el premio) sí esperaba que Rosa estuviera, pese a que no las tenía todas conmigo ya que es un corto muy atípico dentro del mundo de la animación y los festivales. Fue una grandísima alegría ya que supone un reconocimiento desde mi propia tierra, lo cual siempre hace especial ilusión.

¿Cree que tiene opciones de llevarse el Goya?

La gala representa el broche final a la carrera de Rosa por lo que tengo muchas ganas de que llegue y poder dedicarme enteramente a la película. No creo que tenga muchas posibilidades de llevarme el Goya, lo último en lo que pensaba al hacer Rosa era en presentarlo a festivales o ganar premios. De hecho, así ha sido, hasta ahora no ha ganado un solo premio por lo que el Goya sería el primero, cosa bastante surrealista. Si lo gano voy a ser el primer sorprendido.

¿Ha tenido algún contacto con productores españoles a raíz de la nominación?

Ha aumentado el interés por Rosa en prensa, lo cual me parece genial para dar a conocer un poco más el corto en España donde tan solo se había visto hasta ahora en Sitges y el Fancine de Málaga. Respecto a productores españoles, en Sitges hubo una  interesada en el corto, me contactaron pero finalmente no pudimos reunirnos ya que estaban ocupados de promoción en el mismo festival, esa es toda la experiencia que tengo.

A mí me habría resultado perfecto poder haber hecho la película desde España, la idea siempre ha sido tener un presupuesto muy ajustado por lo que eso no habría supuesto un problema, pero no ha surgido la oportunidad. No obstante espero poder trabajar con empresas españolas para la película, aquí hay muchísimo talento.

¿Qué le parece que hayan sido los estadounidenses los que se fijaran primero en Rosa?

Me sorprendió muy positivamente el recibimiento que me dieron desde Hollywood, así como la velocidad con la que me contactaron. Tan solo pasaron un par de horas desde colgar el corto hasta que se empezaron a suceder los correos. Están tremendamente atentos a todo, demostrando ser una industria dinámica, emprendedora y abierta de par en par a nuevos talentos. No les importa de dónde vengas con tal de que tengas algo que aportar. Ese espíritu es el que los diferencia del resto.

¿No es una triste bofetada de realidad que demuestra por qué funciona tan bien el cine como industria allí y cómo lo hace aquí?

Se trata más de ser emprendedores que de tener grandes sumas de diner0. Las nuevas tecnologías ponen al alcance de cada vez más gente las herramientas para hacer cine de todo tipo. En Hollywood hay cada vez más directores jóvenes españoles trabajando, así como en el resto de apartados lo que evidencia que en España la visión, las ganas y el talento sobran. Es evidente que una industria no funciona cuando la mayoría de sus jóvenes talentos emigran a otros países, o lo que es peor, directamente empiezan allí su carrera.

Personalmente, estoy acostumbrado puesto que en cómic también he trabajado sólo para Francia desde el principio, que tiene una industria del cómic muy superior a la española, y donde algunos de sus mejores autores a nivel de ventas son españoles. Hace falta un cambio de rumbo y adaptarse a los nuevos tiempos, una industria así es insostenible.