Dos presos de la cárcel de Valdemoro se fugaron el pasado miércoles mientras realizaban una excursión turística por el centro de Madrid. Uno de ellos regresó al centro al día siguiente, el jueves. El otro sigue en busca y captura, por lo que sus datos han sido enviados a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a fin de localizarle.
La salida, en la que participaban doce internos, dio comienzo a media mañana. Tras visitar los alrededores del Palacio Real (Palacio de Oriente, Jardines de Sabatini), fueron conducidos a un restaurante de una conocida cadena de comida rápida en la Gran Vía.
En ese momento, uno de ellos escapó a la vigilancia del educador, la monitoria y los voluntarios que les supervisaban y desapareció a través de la estación de Metro de Plaza de España, según pudo saber 20minutos.es de fuentes penitenciarias.
El educador comunicó la fuga a los responsables de Madrid III, como se conoce oficialmente al penal de Valdemoro, que instaron al grupo a volver inmediatamente a las instalaciones. Sin embargo, se vieron obligados a continuar la visita dado que el autobús contratado para su transporte no estaba disponible hasta la hora acordada para el regreso.
Pese al revuelo ocasionado, los monitores condujeron a los internos al Templo de Debod. Allí, un segundo preso aprovechó la confusión y echó a correr. Al conocer la segunda fuga, y mientras los excursionistas tomaban el camino de la prisión con dos bajas en sus filas, el director de Madrid III fue requerido urgentemente a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, en la calle Alcalá, para dar explicaciones.
A la mañana siguiente, uno de los fugados se presentó en Valdemoro acompañado por el educador que comandaba la salida y mostrando su arrepentimiento.
Investigación en marcha
Los reos han sido identificados por Instituciones Penitenciarias, el área del Ministerio del Interior responsable de la política carcelaria, como P.L. y J.A., ambos con antecedentes por robo y tráfico de drogas a pequeña escala. La institución no ha querido precisar cuál de los dos es el que permanece fugado. Otras fuentes añadieron que uno de ellos ya tenía antecedentes de intento fuga y violación de las condiciones de los permisos carcelarios.
Instituciones Penitenciarias detalló que la actividad lúdica se enmarcaba dentro del programa de rehabilitación y reinserción de presos toxicómanos. Mediante el mismo, apuntaron desde el Ministerio del Interior, se busca favorecer la resocialización de los internos, aumentar su autoestima, su confianza en los educadores y observar su comportamiento fuera de la prisión.
Instituciones Penitencias considera la fuga un hecho aislado y de alcance menor, aunque ya ha abierto una investigación para saber si el personal de la prisión tenía los medios adecuados, si el grupo era demasiado grande, o si la selección de los participantes fue la correcta.
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