El rey y el príncipe, a los 44 años: dos momentos difíciles y cruciales para la corona española

Dos imágenes de archivo del rey Juan Carlos (en la década de los ochenta) y del príncipe Felipe (en la actualidad).
Dos imágenes de archivo del rey Juan Carlos (en la década de los ochenta) y del príncipe Felipe (en la actualidad).
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Dos imágenes de archivo del rey Juan Carlos (en la década de los ochenta) y del príncipe Felipe (en la actualidad).

El príncipe Felipe ha celebrado sus 44 años con una visita a la isla de El Hierro para conocer de primera mano las zonas afectadas por la erupción de un volcán submarino. Son unos 44 años que llegan en un momento difícil para la corona, que ha visto cómo su popularidad ha ido cayendo desde el pasado año hasta llegar a suspender por primera vez el barómetro del CIS (con un 4,89).

Crucial fue el momento en que el rey cumplió sus 44 años en 1982. Reciente estaba entonces el intento de Golpe de Estado del 23-F de 1981, donde gracias al papel que por don Juan Carlos pasó a ser visto por muchos como una figura importante de la transición democrática.

El rey, a los 44

El día que don Juan Carlos cumplió los 44 años había realizado 43 viajes oficiales (el último realizado fue a los Emiratos Árabes). Ya había estado dos veces en República Dominicana (en mayo y octubre de 1976), EE UU (en 1976 y en 1981), y 3 veces en la Santa Sede (en 1977, septiembre de 1978, octubre de 1978), entre otras visitas.

Llegó a rey de España joven: con tan solo 37 años fue proclamado jefe de Estado el el 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte del dictador Francisco Franco (aunque ya había sido designado sucesor a la Jefatura del Estado en 1969).

Con 44 años ya estaba casado con la reina Sofía (contrajeron matrimonio en Atenas el 14 de mayo de 1962) y tenía tres hijos: la infanta Elena (nació en 1963), la infanta Cristina (1965) y el príncipe Felipe (1968), considerado el heredero de la corona desde que su padre fue proclamado rey en 1975.

Hasta llegar a ser coronado rey, la vida de don Juan Carlos tuvo un importante carácter internacional. Nació en Roma en 1938 (cumplió el pasado 5 de enero los 74 años) y tras haber vivido en Suiza y Portugal, a la edad de 10 años llegó por primera vez a España para desarrollar aquí su formación de grado superior. Obtuvo su título de piloto militar tras realizar prácticas como Guardiamarina en el buque escuela Juan Sebastián Elcano en la segunda mitad de los años cincuenta. Entre 1960 y 1961 cursó estudios de Derecho Político e Internacional, Economía y Hacienda Pública en la Universidad Complutense de Madrid.

Los 44 años del rey llegaron en un momento en que España todavía comenzaba a dar sus primeros pasos en la democracia (la Constitución española se aprobó en 1978) y se recuperaba de la intentona golpista de Tejero en 1981. Su postura ante el Golpe de Estado fue vital, ya que los demás poderes constitucionales estaban secuestrados en el Parlamento ("La corona (...) no puede tolerar acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático (...) que se determinó en su día a través de referéndum", dijo en su famoso discurso televisado).

Tras el Golpe, España vivía en 1982 su renacer democrático señalado en varias fechas: la aprobación de la Ley del Divorcio (en la segunda mitad de 1981), el ingreso en la OTAN (mayo de 1982) y la llegada al Gobierno del PSOE (octubre de 1982) con Felipe González como presidente del Ejecutivo. Dentro de este contexto, la imagen del rey ganó la confianza de los ciudadanos y también de los partidos políticos.

El príncipe, a los 44

Don Felipe suma 137 viajes oficiales al extranjero. El hecho de que sean más que los de su padre se debe también a que empezó mucho antes que él a viajar (el primer viaje lo realizó a Cartagena de Indias, en Colombia, en el año 1983, cuando tenía 15 años).

Está casado con Letizia Ortiz desde mayo de 2004, tiene dos hijas: la infanta Leonor (que nació el 31 de octubre de 2005) y la infanta Sofía (nacida el 29 de abril de 2007). Su compromiso con Letizia (una periodista sin conexión con la realeza) dio un vuelco a la visión tradicional de la corona española (la reina Sofía era la primogénita de los reyes de Grecia), aunque no fue el único príncipe europeo en romper con esta costumbre: los herederos a la corona de Dinamarca, Holanda y Noruega también contrajeron matrimonio con mujeres desvinculadas de la monarquía.

A diferencia de su padre, el príncipe Felipe pasó su infancia en España (nació en Madrid y aquí recibió su educación primaria y secundaria). Sin embargo, realizó el último curso escolar en Lakefield College School de Canadá, donde residió durante un año. Entre 1985 y 1988 llevó a cabo su formación militar, y posteriormente se licenció en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, donde también cursó asignaturas de Ciencias Económicas. Al finalizar estos estudios decidió ir más allá y realizar un Máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown (Washington, EE UU), donde se graduó en 1995.

Ambos, rey y príncipe, comparten una pasión por el deporte, y especialmente por la vela: don Felipe fue miembro de su equipo olímpico en los Juegos de Barcelona de 1992, donde participó en la clase Soling y terminó en sexto lugar.

Los 44 años de don Felipe llegan en un momento de horas bajas para la casa real. No solo ha visto caída su popularidad, sino que la presión social le llevó a hacer públicas sus cuentas de 2011, debido en parte al caso por el que imputaron poco después al marido de la Infanta Cristina, Iñaki Urdangarin. Es por ello que en los últimos meses el príncipe también se había ido distanciando de Urdangarin, con el que también compartía una afición por el deporte. Finalmente, el cuñado de don Felipe fue apartado de los actos oficiales e incluso el Museo de Cera trasladó su figura a otra sala.

En pleno apogeo del 'caso Urdangarin', el príncipe no ha hecho ninguna declaración individual al respecto, aunque sí lo hizo el monarca (indirectamente) en el último discurso de Navidad. En dicho mensaje, el rey dejó clara su postura sobre cualquier tipo de "acción censurable" ("la justicia es igual para todos", remarcó).

Y cerró su mensaje con una especial mención a su hijo: "En este tiempo, he podido apreciar, aún más si cabe, el rigor y el acierto con que mi hijo, el príncipe de Asturias, me acompaña como Heredero de la Corona en el servicio a los españoles y a España".

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