Los Goya celebran su fiesta previa sin Almodóvar, Salma Hayek ni Banderas

Josefina Molina, premio Goya de Honor, ovacionada.
Josefina Molina, premio Goya de Honor, ovacionada.
JORGE PARÍS
Josefina Molina, premio Goya de Honor, ovacionada.

"Aquí estoy, abrazada a las imperfecciones de mis obras, emocionada por la generosidad de la Academia y agradecida por este Goya de Honor. Conseguir esto cuesta mucho años, ya me veis".

Así agradeció  la cineasta Josefina Molina el galardón en reconocimiento a su aportación al séptimo arte que le había otorgado la Academia de Cine  y que al fin le hizo entrega la institución este sábado en la fiesta previa a los premios Goya en la Real Casa de Correos de Madrid.

Poco antes, el director de la Academia, Enrique González-Macho,  insistía en que la gala de 2012, que se celebrará el día 19 de febrero, iría dirigida para "todos, para los de infantería y para los de caballería", refiriéndose tanto a los directores e intérpretes como a los técnicos y productores de la industria. Y que, por si alguien lo dudaba, habría "glamour" a raudales.

Del glamour se encargó en esta ocasión una alfombra roja por la que desfilaron con vestido de cóctel, y no de noche, actrices delgadísimas, bellas y volátiles como Elena Anaya (nominada a mejor actriz), Goya Toledo y Pilar López de Ayala (estas dos últimas, candidatas al Goya a mejor actriz de reparto). También Juanjo Artero (protagonista de la serie El Barco y aspirante a un Goya por mejor interpretación masculina de reparto), lanzando miradas penetrantes. O las sonrisas y el buen aspecto del cineasta Mateo Gil, responsable de Blackthorn. Sin destino y candidato a mejor dirección.

"Hoy en día  es más importante los fastos y las alfombras rojas que el cine en sí", reflexionaba en una esquina José Luis Alcaine, nominado a la categoría de mejor fotografía por La piel que habito y con cinco premios Goya y un Premio Nacional de Cinematografía en su haber, mientras Blanca Suárez (mejor actriz revelación por la misma película) acaparaba los flashes. El profesional todavía se mostraba "sorprendido" por ese fenómeno que ha convertido los certámenes cinematográficos en un "escaparate de estilismo", algo que "antes no pasaba".

José Mota y José Coronado fueron dos de los actores más solicitados por los medios. El primero se mostró pletórico por las alabanzas recibidas con motivo de la interpretación de su primer papel dramático en el filme La chispa de la vida. El segundo es al que señalan todos sus compañeros como favorito para ganar el Goya a actor protagonista. Quizá por eso, con resignación y buen talante, recibió uno tras otro, y durante horas, a los reporteros que desearon entrevistarle.

Los grandes ausentes entre los candidatos a las categorías principales fueron Pedro Almodóvar (mejor dirección), Salma Hayek (mejor actriz protagonista) y Antonio Banderas (aspirante a un Goya por mejor interpretación masculina). También se echó de menos a Maribel Verdú (mejor actriz de reparto) o Nach (el rapero que interpreta la nominada canción Verbo en la película del mismo nombre).

Todos ellos y el público conocerán el veredicto del jurado el 19 de febrero.

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