Las luces y sombras de las dos legislaturas de Zapatero

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras anunciar el adelanto electoral.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras anunciar el adelanto electoral.
Susana Vera / REUTERS
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras anunciar el adelanto electoral.

Las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del gobierno español han sido muy distintas. La primera, más cómoda, en la que se ganó el favor del votante de izquierda por sus políticas sociales, además de con la retirada de las tropas de Irak, le permitió revalidar su victoria en las elecciones de 2008. Pero esta segunda etapa de gobierno no fue tan apacible, al estar marcada por la crisis económica y los reproches que sufrió de los que le acusaban de no haber sabido gestionar la nueva coyuntura. Este es el balance del gobierno socialista del quinto presidente de la democracia, que abandonará la presidencia tras las elecciones convocadas para el 20 de noviembre de 2011.

Retirada de las tropas de Irak

En el mes de abril de 2004, Zapatero anunciaba la retirada inmediata de las tropas españolas destinadas en Irak. La operación, impulsada por el entonces Presidente de Estados Unidos, George Bush, contó con el respaldo del Primer Ministro británico, Tony Blair, y de José María Aznar, al frente del ejecutivo entonces, tenía el objetivo de acabar con las "armas de destrucción masiva" que según Bush poseía el gobierno de Sadam Hussein. La ONU, que envió observadores a la zona para comprobar que existía dicho armamento, no respaldó la misión, por lo que fue muy criticada por la opinión pública mundial. Zapatero asumió en 2003 el compromiso de retirar las tropas si llegaba a la presidencia, algo que cumplió y muy pronto, ya que fue una de sus primeras medidas.

Aprobación del matrimonio homosexual

Entre junio y julio de 2005, el presidente cumplió otra de sus promesas electorales: la aprobación de la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Esta ley fue una de las más polémicas de su primera legislatura, ya que a pesar del apoyo que recibió de diversos colectivos, tuvo que hacer frente al rechazo explícito de otros tantos, pero especialmente del Partido Popular y de la Iglesia Católica. Dicha ley permitía la adopción por parte de parejas homosexuales, lo que creó aún más polémica. Sin embargo, la medida ha sido alabada internacionalmente, y según palabras de miembros del gobierno, es un "ejemplo" para el resto de países. Pero esto no ha convencido al PP, que mantiene un recurso contra la ley en el Tribunal Constitucional, aunque este sigue sin resolverse.

Ley de dependencia

Otro de los compromisos del nuevo ejecutivo era la aprobación de nuevas medidas que respaldasen a las personas en situación de dependencia por enfermedad, invalidez tras un accidente, o por vejez. La Ley establecía una serie de ayudas económicas y de asistencia para estas personas y sus familiares, con el objetivo de que pudiesen hacer frente a su difícil situación, a la vez que mejorar su calidad de vida. A pesar de su gran aceptación, no todas las Comunidades Autónomas aplicaron la ley de la misma forma, apreciándose grandes desigualdades entre las regiones del PP y las del PSOE.

Cheque bebé y Ley de igualdad

En el debate del Estado de la Nación de 2007, Zapatero anunció que todas las familias dispondrían de 2.500 euros por cada hijo que naciese desde ese momento. El llamado cheque-bebé fue otra de las medidas sociales más aplaudidas. Otra de ellas, aprobada también en 2007, fue la Ley de Igualdad, ampliamente respaldada por colectivos feministas, y que suponía le llegada de la paridad entre hombres y mujeres en organismos públicos y empresas, especialmente en puestos importantes.

Gestión de la crisis

En más de una ocasión durante su segunda legislatura, Zapatero pronunció una de sus frases estrella: "Ya hemos pasado lo peor de la crisis económica". Esto se le volvería en contra cuando, en mayo de 2010, anunció "serios recortes adicionales" para hacer frente a la reducción del déficit del país, y así cumplir los compromisos con Europa. Este fue el comienzo de la degradación de la imagen del presidente, creando rechazo incluso en sectores más a la izquierda de su propio partido. La reducción de un 5% en el sueldo de los funcionarios, la suspensión de la revalorización de las pensiones, o la supresión del cheque-bebé significarían el inicio de una etapa de austeridad en España, ya que solo se trataba del comienzo. Esto provocó la primera huelga general durante su mandato, celebrado el 29 de septiembre de 2010.

A finales de 2010, el jefe del ejecutivo anunciaba más recortes: la eliminación de los 426 euros a los parados de larga duración, la privatización de una serie de empresas públicas (algunas de forma parcial, como AENA o Loterías del Estado). La última, aprobada este mes de julio, fue el aumento de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, que también supone el aumento de los años de cotización a 37.

Ley antitabaco

En el año 2006, se aprobó la Ley antitabaco, que prohibía fumar en lugares cerrados que no tuviesen espacios habilitados para fumadores, además de en lugares de trabajo, ya fuesen públicos o privados, o centros culturales. Esta ley se vio reforzada a finales de 2010, con la prohibición absoluta de fumar en espacios cerrados e incluso en algunos lugares abiertos, como en los colegios u hospitales.

Las mayores quejas a la ley vinieron desde el sector hostelero, con algunos dueños de restaurantes negándose a aplicarla y permitiendo fumar en sus establecimientos. El rechazo a la prohibición de fumar también vino de algunas comunidades autónomas, especialmente las del Partido Popular.

Ley Sinde y canon digital

Los internautas y los consumidores de tecnología han sido otros de los grandes frentes de Zapatero. La reforma de la Ley de propiedad intelectual en 2007 supuso le llegada del 'canon digital', que consistía en la aplicación de una tasa en los productos electrónicos, lo que suponía un aumento de los precios. Ese porcentaje iría a parar a los 'creadores', algo que fue ampliamente rechazado.

Pero el gran frente del gobierno y de su presidente fue la conocida como 'Ley Sinde'. Incluida en una disposición final de la Ley de Economía Sostenible, esta medida fue creada para luchar contra las páginas webs que enlazaban a contenidos con derechos de autor, por lo que también se la denominó como 'Ley antidescargas'. El mayor temor de los internautas es que esta nueva legislación supondría la regulación de Internet, algo que querían evitar a toda costa porque sería igual al fin de la libertad que impera en la red. En resumen, la ley planteaba la creación de una comisión especial, con poderes para cerrar este tipo de webs previa orden judicial, y dejando al dueño del portal muy pocos días para recurrir esta decisión ante la justicia. Tras muchas idas y venidas, la ley salió adelante en febrero de 2011, con los votos en el Congreso de PSOE, PP y CiU.

Desde el momento en el que se conoció la existencia de esta disposición, Internet fue una olla de indignación frente a la medida. Blogueros, empresarios de la red, periodistas, y usuarios en general mostraron su rechazo categórico a la Ley, además de a la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, que fue muy criticada desde varios sectores, e incluso se llegó a pedir su dimisión. Una de las mayores protestas se reflejó en un manifiesto, titulado En defensa de los derechos de Internet', que fue ampliamente respaldado. 20minutos.es fue uno de los primeros medios en sumarse al manifiesto.

Crisis de los controladores y Estado de alarma

En el puente de la Constitución del año 2010, los controladores aéreos llevaron a cabo una huelga encubierta para así, según su versión, protestar por las nuevas condiciones laborales impuestas por AENA y el gobierno. Esto desató un caos en todo el país, con centenares de miles de personas sin posibilidad de volar. Pero el problema se acrecentaba por el hecho de que era un periodo vacacional, lo que acrecentaba aún más el problema. La magnitud de la crisis fue tal que el gobierno convocó un Consejo de Ministros extraordinario, y declaró el Estado de alarma por primera vez en la historia de la democracia. Con esta medida los controladores quedaban "movilizados" y bajo las órdenes de la autoridad militar, lo que les obligó a acudir a sus puestos de trabajo para no incurrir en un delito de "desobediencia", castigado con prisión.

Aunque desde el gobierno aseguraron que se actuó con la mayor celeridad posible, las críticas de todos los partidos arreciaron contra Zapatero y Rubalcaba, entonces vicepresidente y ministro del Interior.

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