Medio centenar de personas se ha concentrado este jueves a mediodía ante la embajada de Noruega en Madrid, en la céntrica calle Serrano, para solidarizarse con las víctimas de los atentados de Oslo, que tuvieron lugar la pasada semana en la capital y en la isla de Utøya.

Han acudido, bajo el lema "Stop terrorismo ultraderecha, por la convivencia intercultural", a la llamada de la asociación Movimiento contra la Intolerancia, cuyo presidente, Esteban Ibarra, ha aprovechado para solicitar que el 22 de julio sea declarado Día europeo para la memoria de las víctimas de crímenes de odio.

Durante el acto se ha leído un un emotivo manifiesto tras el que se ha guardado un minuto de silencio en memoria de los 76 fallecidos en los ataques cometidos, presuntamente, por Anders Breivik. El texto denuncia que "Europa no puede mirar a otro lado ante el aumento de la intolerancia" e incluye reclamaciones a instituciones europeas y a gobiernos.

Los convocantes han expresado su "profundo pésame" por las víctimas del atentado y han enviado sus condolencias a las familias, al Partido Laborista y a la ciudadanía noruega.

La cónsul de Noruega en España ha recibido emocionada y en nombre del embajador -que se encuentra en Oslo- el manifiesto de manos de los convocantes y en presencia de destacados representantes políticos, entre ellos, Pedro Zerolo, miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, Maru Menéndez, diputada en la Asamblea de Madrid y portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.

Ibarra, que también ha pedido en el acto la ilegalización de los partidos de ultraderecha, estuvo acompañado, además, de Amparo Sánchez, presidenta de la plataforma contra la islamofobia, Guillem Agulló, padre del joven antifascista asesinado en 1993, Milagros Hernández, de Izquierda Unida Madrid, y Carlos Girbau, del Foro Social de Madrid.

Asimismo, han asistido varias víctimas recientes por racismo, la actuación de grupos neonazis y ultraderechistas en España; la iniciativa ha contado con el respaldo de varias asociaciones y representantes de partidos políticos. Al concluir el acto, todos los participantes han entrado en la embajada para firmar en el libro de condolencias.