Ciudadanos "unidos por el movimiento 15-M" (así se definen en su web) trabajan en la organización de un referéndum popular que se celebrará el próximo 15 de octubre y que pretende demostrar que la democracia tiene otras vías para expresar la opinión mayoritaria de la sociedad, "además de votar cada cuatro años".

Con esta consulta popular, los organizadores tratarán de reclamar la atención de los poderes políticos y económicos para que se haga caso a las exigencias de cambio que, aseguran, el sistema necesita.

La iniciativa está organizada por ciudadanos "concienciados políticamente" y "unidos por el 15-M", que consideran que, más allá de partidos e ideologías, hay que mejorar el sistema político y económico, según precisan en su página en Internet Referendum15deoctubre.org.

"Solo somos ciudadanos que participamos con la voluntad de mejorar la sociedad porque sabemos que la soberanía reside en nosotros", precisan.

Aunque aún tienen que definir la formulación exacta de las preguntas, adelantan que serán cinco grandes cuestiones y versarán sobre corrupción, separación efectiva de poderes, participación ciudadana, reforma del sistema electoral, y economía.

"La formulación exacta de las preguntas se irá acabando de concretar durante los próximos meses tras la necesaria profundización en los diferentes temas y vías para conseguir los objetivos marcados", indican en su web.

Prevén que se podrá votar tanto con el DNI electrónico como a través de urnas instaladas en lugares públicos, aunque recuerdan que aún están estudiando cuál es la mejor forma de garantizar que el referéndum llegue al mayor número posible de ciudadanos.

En cualquier caso, para garantizar su objetividad, tienen previsto convocar observadores externos "de contrastada imparcialidad y experiencia" en procesos internacionales.

Esta iniciativa, que ha ido consolidándose a lo largo del último mes y cuyo lema es "hazlo tú mismo", ha recabado tanto simpatizantes como detractores, y entre estos últimos se encuentran la plataforma Democracia Real Ya (DRY) y la Asamblea General de la Acampada de Sol.

DRY ha decidido no apoyar el referéndum por considerar que celebrar un acto de este tipo de forma "precipitada" puede deslegitimar todo un proceso de movilización social, según se recoge en un comunicado emitido por la organización.

Aunque DRY ha reiterado su voluntad de seguir incluyendo entre sus objetivos las consultas vinculantes, afirman que resultaría muy "sencillo" para la clase política asumir las propuestas que se plantean, lo que restaría fuerza al proceso que se inició el 15-M.

"Para que un referéndum tenga validez debe garantizar la participación de toda la ciudadanía, no solo vía DNI electrónico, sino con urnas electorales en todos los pueblos y barrios, lo que requiere tiempo", puntualizan.

También critican el formato de las preguntas, por considerarlas "reduccionistas", "superficiales e insustanciales" y por creer que el referéndum deja totalmente de lado la realidad socio económica centrándose en las reformas políticas.

A nivel técnico, DRY alerta del peligro que supone relacionar datos personales y opiniones en Internet a través del DNI electrónico: "Recabar y tratar con seguridad tal cantidad de datos requiere una capacidad que no está garantizada".

Finalmente, consideran prioritario volcar todos los esfuerzos en aquellos proyectos ya previstos, como la manifestación global que tendrá lugar el mismo día del referéndum, el 15 de octubre.

Tampoco la Asamblea General de Sol ha apoyado esta consulta, al esgrimir que se trata de una iniciativa que no ha sido consensuada en ninguna asamblea del 15-M y que por lo tanto ha tomado "un atajo equivocado", según un comunicado leído en la Asamblea de Sol y recogido en su página en Internet.

Por otra parte, los organizadores de la consulta insisten en que no existe legalmente manera de solicitar la convocatoria de un referéndum, porque es una facultad que depende del Gobierno, y recuerdan que en 32 años, desde la aprobación de la Constitución, solo se han convocado dos a nivel estatal: el de la permanencia en la OTAN y el de la Constitución Europea.