El fabricante aeronáutico estadounidense Boeing ha recomendado a las aerolíneas que disponen de aviones 737 en sus flotas que realicen una investigación para detectar posibles casos de fatiga en su fuselaje tras el suceso ocurrido a una nave de Southwest en Arizona.

"Boeing emitirá un boletín a todas las aérolíneas que vuelan con los modelos antiguos del 737 para que hagan inspecciones especiales en determinados puntos de unión de sus fuselajes", señala el diario New York Times en su edición digital.

Esta decisión sigue a los problemas experimentados el pasado viernes por un avión de esa categoría que cubría el trayecto de Phoenix (Arizona) a Sacramento (California) y que tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Yuma (Arizona) después de que se agrietara el techo de la nave, que llevaba 118 pasajeros y cinco miembros de la tripulación. La aerolínea ha detectado al menos otros tres aviones que podrían tener el mismo problema.

El Boeing 737 lleva en el mercado, con sus diferentes versiones, desde mediados de los años sesenta y es una de las naves más utilizadas por las aerolíneas.

Despues de que Southwest Airlines detectase grietas en otros tres de sus aparatos, canceló otros 70 vuelos, con lo que son ya 670 los trayectos afectados después de ese incidente. La firma indicó que esas naves han sido apartadas del servicio hasta que se completen las reparaciones necesarias, mientras que 57 más han sido inspeccionadas y han vuelto a prestar servicio a la compañía.

El avión dañado, en el que una azafata y un pasajero sufrieron heridas leves, entró en servicio hace quince años. Southwest Airlines opera unos 170 aviones 737-300 y recientemente reemplazó la cubierta de aluminio de muchos de ellos, una operación que no efectuó en ochenta naves, entre las que están tanto la protagonista del incidente del viernes como las tres en las que se ha detectado grietas.