Hace cuatro años, Leanne Lauricella tenía un trabajo estable y con un futuro prometedor. Sin embargo, lo dejó todo para dedicarse a cuidar cabras con necesidades especiales en el campo.

"En Goats of Anarchy, rescatamos y rehabilitamos cabras con necesidades especiales, como ceguera, trastornos neurológicos, defectos congénitos, congelaciones, amputaciones, abusos, abandono y cuidados de hospicio", cuenta en su página web.

Ahora dedica toda su vida a sus adorables animales, los cuales muestra al mundo a través de su cuenta de Instagram, Goats of Anarchy, que ya tiene más de 600.000 seguidores.

"Decidí cambiar los tacones altos por las botas de basura y mi Mercedes por una camioneta", explicó a Mirror. "Algunas personas me han llamado tonta o irresponsable por dejar mi trabajo sin un plan, pero para mí fue un acto de fe".

A la familia de cabras que vive en el santuario se han ido uniendo poco a poco otros animales. El último, el pato Merlín, que nació con una discapacidad que impidió que pudiera caminar.

La organización le consiguió una silla de ruedas diseñada exclusivamente para él, lo que le ha devuelto la independencia. "Ver a Merlín dar sus primeros pasos fue realmente genial", comentó Mikayla Feehan, trabajador de Handicapped Pets, empresa que proporciona las sillas de ruedas a los animales del santuario que lo necesitan.

"En este momento, estamos en plena capacidad en nuestras dos ubicaciones. Somos el hogar de más de 60 cabras, ovejas, cerdos, pollos, un miniburro y un minicaballo. Ahora estoy rechazando a cabras necesitadas por falta de espacio y me está matando esta situación. Se acerca el invierno y empieza la temporada de congelación", expresó la dueña del santuario.

Leanne explica que "muchos bebés nacen a temperaturas bajo cero y pierden sus patas traseras a causa de la congelación". "Cuando no los acojo, corren el peligro de ser sacrificados. Queremos ayudar a la mayor cantidad posible de cabras, pero necesitamos más espacio", añade.