A principios de este 2019 Expedition Antartica comenzó un viaje de 50 días a través del Océano Austral hasta más allá del continente helado para explorar el fondo marino y no parece haber sido en balde: los científicos han descubierto una criatura nunca vista antes a 3.500 metros bajo el hielo.

El equipo viajó en un barco de investigación equipado con un sistema de captación de imágenes de última generación que permitía filmar escenas bajo el fondo del mar. Con el material obtenido han publicado el documental Los secretos de la Antártida en YouTube, que detalla todos los increíbles descubrimientos realizados hasta la fecha.

"Después de haber enfrentado tormentas de hielo, equipos rotos y agitados mares durante casi dos meses, el equipo se prepara para la tarea más difícil de todas. Se sumergirán 3.500 metros en la llanura abisal, una profundidad casi tan alta como los Alpes suizos y soportará 300 veces más presión de la que experimentamos todos los días", presenta el narrador al comienzo del documental.

Luego, continúa: "De repente, la llanura abisal se revela y se ve estéril, como la superficie de Marte, pero una mirada más cercana revela vida que nadie ha visto antes en la Antártida". A pesar de los peligros, los científicos querían observar más de cerca a la nueva criatura y envían una red de pesca. Esta exploración del fondo marino fue posible gracias al despliegue de más de 5.000 metros de cable en las aguas del océano Antártico por parte del equipo.

Tras seis horas de espera, la red de arrastre empleada volvió a bordo a las dos de la madrugada con el singular botín: 12 cubos de fango y un único pez. Entre el barro, los investigadores localizaron un curioso especimen semejante a un pepino de mar.

La doctora Kareen Schnalbel, que trabaja como bióloga marina en el Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda, recordó su entusiasmo por el descubrimiento: "Tiene algo bastante interesante en la frente que lo asemeja a un hipopótamo. No sabemos cuántos hay allá abajo, pero nunca había visto algo así antes".

Durante su periplo, los investigadores también tomaron una muestra cilíndrica de doce pies de longitud, después de cavar 440 metros en el hielo, lo que permitirá explorar cómo era la Antártida hace 15 millones de años, cuando el continente todavía era templado.

Una vez obtenida esta muestra, los científicos la rompieron y hallaron su interon en "perfecto estado". "Este barro y esta roca son más valiosos que el oro, porque cada muestra es como una máquina del tiempo", aseguró Schnalbel.