Por qué se le llamaba 'perra gorda' a la moneda de 10 céntimos de peseta en España

  • La moneda de 10 céntimos o perra gorda estaba acuñada en cobre y se emitió desde 1870 hasta 1941.
La moneda de 10 céntimos bautizada como perra gorda pesaba unos 10 gramos. En el reverso mostraba un león rampante que parecía un perro cuando comenzaba a desgastarse.
La moneda de 10 céntimos bautizada como perra gorda pesaba unos 10 gramos.
Yuri09 / Wikimedia Commons
La moneda de 10 céntimos bautizada como perra gorda pesaba unos 10 gramos. En el reverso mostraba un león rampante que parecía un perro cuando comenzaba a desgastarse.

La moneda de diez céntimos de peseta, conocida popularmente como 'perra gorda', fue una de las primeras que se acuñaron tras la introducción de la peseta como nueva unidad monetaria en 1868. Su nombre se debe a la peculiar forma del león que aparecía en el reverso, que se asemejaba a un perro cuando la moneda se desgastaba o se rayaba.

El origen de esta curiosa expresión

La moneda de diez céntimos de peseta se acuñó por primera vez en 1870 por el Gobierno provisional, que había surgido tras la revolución de 1868 que destronó a Isabel II. Esta revolución supuso también una reforma monetaria, que estableció la peseta como nueva unidad de cuenta, equivalente a cuatro reales de vellón o 100 céntimos.

En el anverso, la moneda de 10 céntimos mostraba a Hispania, la matrona romana que personificaba el territorio. El diseño del reverso de la moneda fue elegido mediante un concurso, en el que el trabajo presentado por Luis Plañiol resultó ganador. En él se mostraba un león sosteniendo el escudo de España. El león era un símbolo de la soberanía nacional y de la unidad de los antiguos reinos que formaban España.

Sin embargo, el león tenía una forma muy peculiar, que hacía que se confundiera con un perro cuando esta se desgastaba o se rayaba. Por eso, muchos españoles empezaron a llamar a la moneda ‘perra gorda’, aunque también se le llamaba ‘perra chica’ a la moneda de cinco céntimos con la misma imagen. Estos nombres se mantuvieron incluso cuando se cambiaron los anagramas del escudo por las armas de las provincias españolas en 1876.

El papel de la 'perra gorda' en la economía española

La moneda de diez céntimos de peseta tuvo un papel importante en la economía española hasta que fue desmonetizada el 29 de octubre de 1941. Durante este periodo, la moneda sufrió varias modificaciones en su composición y su peso, debido a las fluctuaciones del valor de la plata y a las necesidades de financiación de los distintos gobiernos. 

La moneda fue sustituida por nuevas monedas de diez céntimos acuñadas en aluminio, que ya no mostraban los mismos anagramas, sino el yugo y las flechas del régimen franquista. Estas monedas eran más ligeras y menos duraderas que las anteriores, y pronto se les dio el apodo de ‘rubias’.

El nombre 'perra gorda' también dio origen a algunas expresiones populares, como 'para ti la perra gorda', que significa desistir en una discusión sin querer admitirlo realmente; o 'casa de la perra gorda', que se refiere a una sede del Instituto Nacional de Previsión donde las primeras cotizaciones del seguro de vejez eran muy bajas. También dio lugar a la expresión 'no valer una gorda', aludiendo a algo de escaso valor.

La moneda de diez céntimos de peseta fue una de las más utilizadas y reconocidas por los españoles durante más de 70 años. Fue una moneda testigo de los cambios políticos, económicos y sociales que vivió España desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.

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