Una joven española explica los motivos por los que los franceses se han cabreado con ella: "Casi me pegan con una baguette"

Aunque son varios los lugares simbólicos de París, la Torre Eiffel se ha convertido en un gran emblema. Es una estructura de 300 metros de altura que fue construida para la Exposición Universal de 1889. Y el resto ya es historia.
Los franceses consideran casi sacrilegio el congelar el pan, entre otras cosas
Pixabay/nuno_lopes
Aunque son varios los lugares simbólicos de París, la Torre Eiffel se ha convertido en un gran emblema. Es una estructura de 300 metros de altura que fue construida para la Exposición Universal de 1889. Y el resto ya es historia.

Más allá de los choques culturales que se pueden vivir entre diferentes países, si hay dos que tienen una gran trayectoria de piques y quejas son España y Francia. Aunque entre ambos comparten frontera, lo cierto es que no son pocas las veces que se ha demostrado cómo parece que entre ambos vecinos no hay la mejor de las relaciones. 

Ejemplo de ello ha sido el hilo en X, la red social conocida anteriormente como Twitter, que ha compartido Alba. La joven lleva ya cuatro años viviendo en Francia, por lo que no son pocas las anécdotas que tiene sobre las diferencias entre su nueva casa y España. 

Por eso, ha recopilado algunas de las más llamativas para hacer una lista de los motivos por los que los franceses le han "odiado". Y es que, no son pocas las veces que casi la "deportan" como así ha explicado. 

"Por usar la sartén de crepes para hacer pancakes. La sartén de crepes es una institución sagrada aquí en Francia cualquier agravio está castigado con pena de guillotina", comienza a explicar. El tema de la comida es especialmente llamativo, pues los franceses se lo toman especialmente en serio: "Por hacer crepes sin tener nacionalidad francesa. Los franceses tienen la patente de crepes y los españoles no estamos capacitados ni física ni mentalmente para esta tarea".

De la misma manera, no está aceptado untar mucho paté en el pan, porque solo se tiene que poner un poco por encima, "más allá de eso es vicio y perversión". Del mismo modo, no se puede decir que el foie gras es "soso" y mucho menos congelar una baguette, motivo por el que casi la expulsan del país porque eso es "de salvajes". 

Siguiendo con la comida, rellenar un croissant con jamón york y queso es una "violación": "Vino Macron personalmente a mi casa y me pegó con una baguette". Tampoco está aceptado que una mujer coma "más que un hombre". 

El siguiente bloque que también le ha supuesto más de un problema es su manera de hablar. "Por tener acento. Me recomendaron encarecidamente que fuese a una logopeda. O hablas francés perfectamente o no lo hables", ha asegurado. De hecho, también ha tenido problemas por tener un tono de voz "demasiado alto". 

El último bloque en el que se ha centrado ha sido relacionado con el machismo de la sociedad. Y es que, una mujer no puede decir que está "sudada": "La palabra sudor en la boca de una mujer les ofende mucho, hay que decir 'estoy transpirada'". Tampoco está bien visto usar camisetas en las que se vea el ombligo, o que quiera conservar su apellido al casarse con un hombre. 

El hilo cuenta ya con casi seis millones de reproducciones y cientos de comentarios. En la mayoría de ellos han asegurado que esta lista lo único que hace es darle razones para "no pisar Francia", aunque otros defiende que es porque la joven está en París: "Los parisinos son la cosa más pedante del planeta".

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