En medio de los océanos Atlántico Norte y Ártico, se extiende Groenlandia, la isla más grande del mundo. Un pedazo de tierra extenso, cubierto de hielo, con población escasa, que tal vez algunos hayan visto en el mapamundi y cuyo sistema político es un enigma para la mayoría.
La isla genera mucha curiosidad y preguntas como a qué país pertenece. Pero para entender su situación actual, es necesario remontarse a su historia y a sus orígenes.
La evolución del estatus de Groenlandia
En el año 1814, Groenlandia pasó a manos danesas luego de la separación de los reinos de Noruega y Dinamarca y fue colonia durante mucho tiempo, hasta la Constitución de 1953, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dejó de considerarla como tal. Y es aquí donde se responde la pregunta ¿a qué país pertenece Groenlandia? Al Reino de Dinamarca.
Desde entonces, Groenlandia forma parte del Reino de Dinamarca, pero con una relación conocida como Rigsfællesskabet (mancomunidad de la corona), la cual implica una relación de lealtad y cooperación pero no sumisión a la Corona.
Dinamarca le otorgó la autonomía en 1979 y en 2009, luego de un referéndum, le transfirió la mayor parte de las competencias que tenía el gobierno danés al gobierno local groenlandés. Por esta razón, Groenlandia tiene su propio parlamento con 31 integrantes y un primer ministro.
De esta forma se puede decir que Groenlandia tiene cierta autonomía y autogobierno que le permite controlar sus recursos naturales, la educación, la salud y el sistema judicial, por ejemplo.
Sin embargo, la reina Margarita II de Dinamarca es la jefa de Estado y el gobierno danés conserva las competencias financieras, de seguridad y de relaciones internacionales.
Rigsfællesskabet: la mancomunidad de la Corona danesa
Groenlandia no es el único territorio autónomo del Reino de Dinamarca. Las Islas Feroe, ubicadas en el Atlántico norte, también son autónomas desde 1948. Ambos territorios envían dos representantes al parlamento Danes y la relación de estas tres comunidades es lo que se conoce como Rigsfællesskabet, la Mancomunidad de la Corona danesa.
Y es importante señalar que, aunque Dinamarca hace parte de la Unión Europea como Estado, Groenlandia y las Islas Feroe, no. Lo que sostienen es relaciones, principalmente, de carácter comercial con la UE.
Recursos y geopolítica en Groenlandia
La actividad económica de Groenlandia se basa en la pesca, pero el deshielo que afecta al Polo Norte ha abierto nuevas oportunidades para la isla. El derretimiento de los glaciares ha revelado grandes depósitos minerales que incluyen uranio y metales raros utilizados para fabricar dispositivos electrónicos.
Esto ha hecho que grandes potencias mundiales como China, Estados Unidos e incluso Australia pongan su atención sobre la isla. Además de que su ubicación es estratégica en el cruce de las rutas marítimas árticas.
En 2019, por ejemplo, Donald Trump, siendo presidente de Estados Unidos, confirmó que su gobierno quería comprar la isla. Sin embargo, el gobierno danés no se demoró en responder que Groenlandia no está a la venta.
Groenlandia está saliendo de su aislamiento y se está convirtiendo en un foco geopolítico. China y Australia ya invierten en el territorio y, para algunos analistas políticos, esto podría ser un factor financiero determinante que eleve los ánimos de llevar a cabo una futura independencia de la isla.
Identidad geográfica de Groenlandia
Está situada geográficamente en la placa tectónica norteamericana. Sin embargo, políticamente Groenlandia se considera parte de Europa debido a su estatus como territorio autónomo del Reino de Dinamarca.
Groenlandia sigue siendo una tierra en evolución, con una mezcla de autonomía y participación en un escenario global cada vez más interesado en su existencia. En otras palabras, su destino está ligado a su importancia en el tablero geopolítico mundial.
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