
La iglesia Nuestra Señora de Belencito, de Nobsa (Colombia), recibió durante una de sus misas a un invitado inesperado que, lejos de unirse a los rezos, prefirió blasfemar para saciar su hambre.
Se trata de un perro callejero que pasaba por la calle y parece que se vio atraído por un olor del interior. Y, ni corto ni perezoso, mientras el cura oficiaba la misa, se acercó al altar y cogió lo que más apetecible le pareció.
Se puso sobre sus dos patas, se asomó a la mesa que había al lado y robó el pan consagrado que el sacerdote iba a repartir a los feligreses después.
Creo que el Firulais superó un nuevo nivel de herejía... pic.twitter.com/y5baJUh3XC
— Rubén Darío Toro López. (@tagoretoro) June 7, 2022
Tal y como se ve en el vídeo, que ya acumula más de 31.000 likes en Twitter y 5 millones de visitas en TikTok, ni los monaguillos ni el cura se percataron de este robo, pero sí las personas que estaban en los bancos, a los cuales se les oía reír.
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