Tras la adorada religión del Monstruo Espagueti Volador, un nuevo culto ha salido a la luz. Se trata de la Sagrada Orden de la Garra, un grupo dedicado a la preservación de las langostas que buscan crear una especie gigante de este crustáceo. 

Surgieron en 2020 y ya tienen más de 120.000 seguidores en su página oficial de Facebook. Sin embargo, han adquirido reconocimiento después de que un tiktoker dedicado a contar datos curiosos del internet explicara en qué consiste esta religión. 

"Las langostas no mueren de viejas y, si se dan las condiciones perfectas a la hora de mudar la concha, no tienen técnicamente límite en el tamaño que pueden alcanzar". Por eso, este grupo quiere criar una langosta gigante durante generaciones y convertirla en el Dios de su religión. 

Algo que desde la vista de la ciencia es difícil porque los bogavantes sí tienden a morir, tienen una estadística media de vida entre 31 y 54 años. Aunque es cierto que su crecimiento es indeterminado. La langosta más grande jamás encontrada pesaba 20 kilos y medía un metro de largo.

La religión se dedica a la veneración de "el que tiene garras, el más sagrado de los crustáceos y el moledor de la vida", según su página web. En la misma tienen ocho mandamientos, pero ninguna muestra de si ya han encontrado la langosta perfecta que cuidar y mantener. 

Entre las peticiones que hacen a sus seguidores hay algunos clásicos como "trata a los demás como te gustaría que te trataran" o "amate a ti mismo", pero también aseguran que hay que "reciclar" en honor a la langosta dios, "vivir libres de ataduras de goma", no comer brócoli curdo los jueves y la más importante "consumir langosta con una ceremonia".

"Si decides consumir langosta, hay que dejar un trozo para nuestro señor. Así como las langostas consumen langostas, también se nos permite seguir los pasos del dios Langosta. Dar gracias y ofrendas, siempre que se consuma langosta", se puede leer en la página web. 

El grupo también tiene un canal de YouTube donde retrasmite cada domingo una misa y una cuenta de Instagram llena de collages con imágenes de langostas. De momento, no es una religión oficial y nadie puede ordenarse sacerdote.