La orca más aislada del planeta lleva más diez años viviendo en cautividad sin compañía de ningún otro mamífero

Imágenes compartidas por un trabajador del zoo dónde vive Kiska.
Imágenes compartidas por un trabajador del zoo dónde vive Kiska.
PHIL DEMERS
Imágenes compartidas por un trabajador del zoo dónde vive Kiska.

La orca más solitaria del mundo se llama Kiska y se encuentra actualmente en el zoo Marineland de Ontario, Canadá. Un recinto dedicado a la fauna marina que ha sido señalado en numerosas ocasiones por la falta de cuidado que tiene por los animales que acoge. 

El parque vuelve a estar en el huracán mediático después de que un exempleado desvelara un triste vídeo de este mamífero marino mostrando un comportamiento completamente errático. 

Las orcas son animales sociales y la falta de compañía ha comenzado a pasar factura en la salud mental de Kiska. Numerosas imágenes han dejado ver sus peligrosas conductas suicidas, desde golpearse contra las paredes de hormigón del tanque dónde reside sola hasta flotar desganada. 

La asociación de animales, Animal Justice, ha denunciado esta situación de cautiverio y ha pedido que se la libere, aunque son conscientes de lo complicado de su situación. Kiska fue cazada en 1979 cuando aún era muy pequeña y desde entonces ha vivido en diferentes zoos, por lo que volver a la libertad sería altamente peligroso.  

Durante su tiempo en Marinaland ha tenido cinco crías, pero todas han fallecido. Al igual que el resto de orcas que convivían con ellas. Desde hace 10 años se encuentra completamente sola en el tanque. 

Camille Labchuk, directora de la organización, ha hablado con la televisión canadiense y ha señalado que no hay ninguna otra orca en el mundo que se encuentre sin compañía: "Probablemente sea la orca más solitaria del mundo porque todas las demás orcas en cautividad tienen al menos otras ballenas".

"Es difícil no sentir simpatía por lo que está pasando. Creemos que es muy importante que los organismos encargados de hacer cumplir la ley se tomen este asunto en serio, y es necesario y apropiado que hagan lo que puedan para ayudar a Kiska", ha añadido. 

La esperanza de la asociación es que esta orca pueda ser trasladada a otro espacio con más animales mamíferos con los que pueda interactuar: "Bajo ninguna circunstancia se debería permitir que continuara su estado de completa soledad, especialmente dada su respuesta prácticamente inerte a la misma". 

La petición #FreeKiska cada vez tiene más adeptos en redes sociales y la mirada está puesta de nuevo en estos centros de cautiverio. PETA, ha recordado que Marinaland está considerado uno de los "peores sitios para animales marinos del mundo".

Las investigaciones han demostrado en numerosas ocasiones que el agua usada para mantener a los animales es tóxica y en la última década "docenas de delfines y ballenas han fallecido" en el parque. La organización niega todas las acusaciones, pero las imágenes de Kiska no pueden ocultar el dolor que sufren los animales privados de libertad.

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