Echo es una perra gran danés de dos años de edad que vive en Colorado (Estados Unidos) con su dueña, Sierra Schoon. Esta última, que es peluquera canina, ha decidido teñir a su perra con colores fantasía. 

La perra tiene el pelo corto y en su mayoría negro, aunque tiene manchas blancas en el hocico y en la barriga, así como en algunas patas. Es un perro grande, al que impresiona ver. 

Por eso, Sierra decidió teñirle el pelo de azul, morado, rosa y turquesa, para darle un aspecto más amigable y que pueda sociabilizar con otras personas y otros perros. Los tintes que usa son de composición vegetal y, según la dueña, la perra está encantada de estar quieta durante tres o cuatro horas mientras ella la tiñe. 

Las fotos de Echo con el pelo teñido son impresionantes y parece que tiene dibujada en el morro una galaxia. "Se ha convertido en un chiste que le contamos a la gente cuando dicen: 'Oh, ¿ese perro está teñido así de forma natural?' y nosotros decimos: 'Sí, es un danés galáctico'", afirma Schoon. "Te quedas ahí un minuto, observas su reacción y dejas que reflexionen y finalmente les dices: 'No, está teñida así'". 

"La gente se ha convencido de verdad: han dicho que 'nunca han visto un perro criado de ese color' o han preguntado si se trata de una 'especie de cría selectiva ahora', cosas de lo más extrañas", añadió la peluquera canina. "Nunca pensé que alguien pudiera pensar que un perro fuera naturalmente rosa o azul, y mucho menos rosa, azul, morado y turquesa".

Es innegable que Echo es una perra muy original teñida de esa forma, sin embargo, esto también puede levantar ampollas en el sentido de que no es posible saber si el animal está "disfrutando" el proceso o tan siquiera si el uso de los tintes puede ser perjudicial usado a largo plazo.