Así es Sakae Kato, el hombre que lo dejó todo por cuidar de 41 gatos abandonados tras el desastre nuclear de Fukushima

Como cada día, Kato llena 41 cuencos de comida, uno por cada gato. Abandonados a su suerte por sus dueños tras el desastre nuclear, los cuida desde hace ya diez años. "En ese momento pensé que iba a morir. Si tengo que hacerlo, prefiero que sea junto a mis pequeños", asegura el hombre.
Como cada día, Kato llena 41 cuencos de comida, uno por cada gato. Abandonados a su suerte por sus dueños tras el desastre nuclear, los cuida desde hace ya diez años. "En ese momento pensé que iba a morir. Si tengo que hacerlo, prefiero que sea junto a mis pequeños", asegura el hombre.
Como cada día, Kato llena 41 cuencos de comida, uno por cada gato. Abandonados a su suerte por sus dueños tras el desastre nuclear, los cuida desde hace ya diez años. "En ese momento pensé que iba a morir. Si tengo que hacerlo, prefiero que sea junto a mis pequeños", asegura el hombre.
Kato, la última esperanza de las mascotas abandonadas de Fukushima.
AGENCIA ATLAS

Como cada día, Kato llena 41 cuencos de comida, uno por cada gato. Abandonados a su suerte por sus dueños tras el desastre nuclear que asoló Fukushima el 11 de marzo de 2011. Los cuida desde hace una década y se gasta en torno a 7.000 dólares (unos 5.900 euros) al mes en el cuidado de sus mascotas

160.000 personas abandonaron Fukushima, dejando a sus animales de compañía atrás. Ahora gracias a este hombre tienen un techo donde vivir. Sakae y su familia peluda viven en Namie, una de las zonas con acceso restringido. Su casa se ha convertido en un refugio improvisado, además no solo cuenta con gatos, sino también perros y animales que se va encontrando.

Debido a la cantidad de animales que ha ido rescatando a lo largo de estos diez años, su casa se ha ido haciendo más pequeña y ya ha ocupado otro edificio cercano que se encuentra abandonado. 

El japonés vive en una ciudad fantasma, las autoridades le han intentado sacar  de la zona de cuarentena en varias ocasiones, sin éxito. Kato no quiere abandonar su hogar, ya que es feliz con sus animales, a pesar de la peligrosidad y la posible radiación.

En febrero el hombre, de 57 años, fue detenido por la Policía, que sospecha que podría haber sido responsable de liberar a unos cuantos jabalíes salvajes de unas trampas que había colocado el Gobierno de Japón. Aun así, los animales tienen suerte, ya que cuentan con el apoyo de algunos voluntarios hasta que su compañero vuelva a casa.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento