La crisis del coronavirus ha supuesto un gran cambio en la vida de, prácticamente, todo el mundo. Celebrar una comunión, boda o bautizo sin apenas invitados se ha convertido en la nueva 'moda' desde que la pandemia llegó a nuestras vidas.

Un policía de la ciudad de Xingtai, en la provincia china de Hebei, se casó dentro de su propio domicilio durante la pausa para el almuerzo y, después, continuó con su trabajo.

El oficial y su prometida habían fijado el día 15 de enero para la celebración de su compromiso, sin embargo, tuvieron que cancelar la fiesta como medida preventiva frente a la crisis sanitaria de la Covid-19.

Tras escuchar que, desde ese momento, eran marido y mujer en una ceremonia que no duró más de un minuto, el agente volvió a cambiarse el traje de novio por su uniforme de agente e, inmediatamente, regresó a su trabajo.