Charli Lello, una mujer británica de 29 años, decidió llevar a su casa unos huevos de pato que compró en la supermercados Waitrose para incubarlos y comprobar si de ellos salían o no patitos. Para su sorpresa, nacieron Beep, Peep y Meep.

La idea surgió gracias al estar sin trabajo y permanecer en casa debido al coronavirus, y también a un vídeo con el que se topó en Facebook de alguien que estaba incubando huevos de codorniz.

"Una parte de mí pensó que nunca funcionaría, ya que ninguno de los huevos de codorniz se desarrolló, pero después de 6 días en la incubadora revisé los huevos de pato y pude ver las venas y un embrión ondulado muy pequeño. Entonces la emoción comenzó", dijo Lello a CNN.

"Pasé  dos días enteros pegada a la incubadora cuando vi que Beep estaba a punto de nacer. Afortunadamente, tenía amigos al final del teléfono para mantenerme calmada. Fue un polluelo solitario durante dos días, así que tuve que hacer un pequeño cabestrillo con un gorro y llevarlo siempre conmigo hasta que Peep eclosionó. Meep se unió una semana después", compartía Charli.

Waitrose dijo en un comunicado enviado a CNN que solo en ocasiones "raras" se fertilizaría un huevo vendido en sus supermercados.

Este supermercado de alta gama comentó que debido a que era bastante difícil identificar el sexo de los patos de plumas blancas que ponen huevos, a veces los machos se quedaban con grupos de hembras.

Para calmar a sus consumidores, añadieron que sin incubación, los huevos fertilizados "son completamente indistinguibles de los huevos normales" cuando se comen, y que el que hayan eclosionado varios huevos "es una hazaña de probabilidades muy escasas".

Para justificarse, también comentaron que la producción de huevos de pato es una industria muy pequeña, y la separación de los machos de las hembras depende totalmente de la habilidad de muy pocas personas calificadas.

"Nuestros patos se mantienen en pequeñas bandadas con acceso al aire libre todos los días. En este ambiente al aire libre, aunque es poco frecuente, nuestros patos pueden atraer la atención de los patos salvajes. Por lo tanto, aunque es muy inusual que machos y hembras entrar en contacto entre sí, no es imposible", añadió la empresa.