EnBici: cuando tu pasión es tu trabajo, no dejas de pedalear ante las dificultades

Su afición por las bicicletas animó a Enrique Aguado a cumplir su sueño y fundar el taller y tienda EnBici, que está superando un momento complicado por la crisis sanitaria

#JUNTOSVENCEMOS es una serie editorial de emprendedores que han reabierto sus puertas y hoy luchan por recuperar la normalidad y la solvencia de sus proyectos

Hace 27 años, Enrique Aguado decidió dar un giro a su historia y arriesgar: dejó atrás su trabajo de oficinista para dedicarse a las bicicletas. “Si haces lo que te gusta, todo es mucho más sencillo y llevadero”, defiende. Con ese espíritu ha afrontado el confinamiento y ahora ve cómo su taller y tienda de bicicletas EnBici (en Alcobendas, Madrid) vuelven a llenarse de vida.

Aunque el trasiego de clientes y empleados es el de un negocio a pleno rendimiento, Enrique y sus compañeros no lo han pasado bien durante el estado de alarma. “Fue algo traumático”, contesta sin paños calientes y reconoce que él “no podía dejar de venir a la tienda todos los días”, donde ha vivido malos ratos en soledad.

“No me lo creía. En unas horas pasamos de estar trabajando normal a decirles a todos: ‘Oye, mañana no vengáis al taller’, y tener que cerrar”, recuerda Enrique. Nunca se había enfrentado a algo así, ni en lo personal ni en lo profesional, «y eso que llevo toda mi vida superando situaciones», admite.

“Si haces lo que te gusta, todo es mucho más sencillo y llevadero”

Recuerda cómo pasó de ser “grabador de datos” a orientar su trabajo hacia lo que más le gustaba. Fue “el primero que montó una empresa” después de hacer un curso de la Comunidad de Madrid. En 1995, abrió las puertas EnBici y su “apuesta” le salió bien: “Ahora mismo somos una plantilla de cinco personas y, como veis, estamos a tope”, sonríe.

“¿Por qué bicicletas? Era una pasión que yo tenía, siempre iba a trabajar en bici”, algo poco común hace 30 años. Y los fines de semana, salía a la naturaleza y desconectaba. “Entonces pensé que por qué no tener un medio de vida que tuviera relación con mi afición”.

De ciclistas para ciclistas

Empezó solo y asesorándose mucho: “No tenía idea de mecánica, pero sí muchas ganas de aprender”, dice. Ahora Enrique trabaja con sus hijos (que “han olido el taller desde pequeños”), pero también ha tenido en este tiempo otros empleados que son “verdaderos amigos”. Poco antes del confinamiento, se reunieron en la fiesta por los 25 años: “Era curioso porque venían todos ya con niños, con sus mujeres…”.

A pesar de que hoy “una pieza se puede encontrar en muchos sitios más barata” e incluso “la propia bicicleta la compras con un clic”, él tiene claro que “ninguna empresa de internet puede competir” con su taller, porque “es algo que se tiene que hacer manualmente. Y ahí es donde somos muy fuertes”.

“Somos ciclistas, tratamos a los clientes como nos gustaría que nos trataran a nosotros”

Y no solo porque sean buenos mecánicos. El secreto está en su filosofía: “Tratar a los clientes como nos gustaría que nos tratasen a nosotros”. “Somos ciclistas, nos gusta la bicicleta”, hace ver; la prueba es que Enrique sigue compitiendo y tienen “un equipo de ciclocross del club EnBici de Alcobendas”.

De hecho, organizan la copa de España de esa modalidad, que “este año, si podemos hacerla, será de nuevo en noviembre”. “Acabas siendo mecánico de bicicletas porque te gusta la bicicleta –resume–. Para entender bien lo que le pasa, tienes que montar. Si no, no conectas con el cliente”.

El ‘sprint’ del regreso

Los primeros días de la pandemia fueron duros para Enrique Aguado. “Pensé en cerrar la tienda, yo ya dije: ‘Hasta aquí hemos llegado. Esto me supera, no tengo fuerzas para seguir’“, pero tenía claro que no iba a dejar a su equipo en la estacada: “Yo no soy así”.

Su prioridad era “las nóminas, no podía dejar a mi gente sin cobrar porque aquí trabajamos varios que tenemos familia”. Negoció con los proveedores un aplazamiento y empezó a ver “un poco la luz, a lo mejor no era necesario cerrar”. Como autónomo, se ha sostenido con las ayudas y solicitando un ICO que le concedieron “rápidamente, menos mal porque lo necesitábamos de verdad” y todo se fue resolviendo “poco a poco”.

“No podía dejar a mi gente sin cobrar porque aquí trabajamos varios que tenemos familia”

Muchos han salido del confinamiento montando en bici y tiendas como Enrique no recuperarán su ‘stock’ habitual hasta dentro de un mes. “La reapertura ha sido un éxito. Fue como pasar de cero a cien en nada, como si arrancas un Fórmula 1 y sales disparado”, cuenta con alivio. Aunque sabe que ese ‘boom’ irá bajando, para ellos ha sido una “noticia estupenda, tenemos muchísimo trabajo”.

La receta de EnBici para salir de esta crisis es “el espíritu de un emprendedor: siempre, no rendirte”. Y optimismo ante el futuro: “No vamos a volver a esos momentos que hemos pasado, desde luego”. ¿El secreto? Seguir peleando por su sueño: “No es que haya plan B, el plan es el A, es seguir adelante. Lo vamos a luchar hasta el último minuto”.

Los préstamos ICO, concedidos por el Banco Santander y orientados a autónomos y empresas independientemente de su tamaño, permiten aumentar la liquidez con condiciones y plazos de financiación flexibles. En la situación actual, han ayudado a muchas empresas afectadas por la pandemia a salir adelante a pesar de todo.


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Texto: Pilar Sanz | Vídeo: Pablo Ballesteros | Proyecto: Fedra Valderrey