Once de la selección española femenina de fútbol antes del Mundial de Francia.
Once de la selección española femenina de fútbol antes del Mundial de Francia.
EFE

La selección española femenina juega y lucha: sólo falta ganar en el Mundial

Hace cuatro años, la selección española femenina de fútbol sacó la cabeza y empezó a ganarse titulares, aún algo paternalistas y muchos de ellos rozando el machismo. Aún quedaban lejos los récords de más de 60.000 personas viendo un partido de mujeres, camisetas propias o incluso una competición profesional. Canadá 2015 fue la puerta que abrió en nuestro país, el aleteo de mariposa que ha generado que el huracán del fútbol femenino empiece a arrasar en España y ya sea imparable.

Cuatro años después, aquel lema de “soñar en grande” se ha convertido en la búsqueda de algo más. Ahora sólo vale darlo todo: jugar, luchar y ganar es su grito. Ya no es suficiente con ir a intentarlo, a pasarlo bien. De aquel equipo que entrenaba Ignacio Quereda a este que lleva el sello de Jorge Vilda aún quedan algunas futbolistas, pero sobre todo la certeza de que ya no son inferiores a sus rivales.

Lo han mostrado sus victorias en las categorías inferiores: el fútbol femenino español ha arraigado en las escuelas y en las canteras de los equipos más importantes, con notables ausencias. La UEFA y la FIFA ya han visto la elástica roja en lo más alto de los podios de sus torneos.

Vicky Losada, capitana del Barcelona, es una de las futbolistas que sabe lo que es vivir el ascenso de las mujeres en el balompié. En 2015 se metió de un zapatazo en la historia del deporte español convirtiéndose en la primera mujer en marcar un gol en un Mundial. La centrocampista, por entonces en el Arsenal, marcó el tanto del empate ante Costa Rica. Aquel fue el único punto que lograron las españolas por entonces capitaneadas por Vero Boquete, hoy fuera de los planes de Vilda. Después llegaron las derrotas con Brasil y la dolorosa con Corea del Sur, que les entregó el billete de vuelta a España, en un avión ya con ruido de sables de fondo.

Mucho ha cambiado desde entonces. Algunas como la citada Losada, la ‘americana’ Celia Jiménez, la correcaminos Marta Corredera o la roca Silvia Meseguer formaban parte de aquel equipo. También algunos patrocinadores, como Pelayo Seguros, siguen desde entonces y no se han subido al carro ya con el viento a favor. Aquellos nombres que eran desconocidos, hoy empiezan a sonar en el colectivo. Poco a poco están ganando su cuota de protagonismo en los medios de comunicación, en la publicidad y en general en el negocio del balompié. Un éxito deportivo sería el aldabonazo perfecto.

Un estilo reconocible, una clasificación sin mácula

Jorge Vilda, criado en el fútbol del Barcelona de Johan Cruyff, tiene muy claro cómo deben jugar las suyas: presión alta, toque corto y útil (nada de tener la posesión por tenerla) y seguridad atrás.

Como dejó claro el ‘Flaco’ neerlandés, todo empieza atrás. Sandra Paños le ha ganado terreno a Lola Gallardo en la portería, pero las cancerberas blaugrana y rojiblanca se han ido turnando bajo palos. La presencia de Irene Paredes, considerada una de las mejores centrales del continente, garantiza seguridad y salida de balón, junto a la capitana y canciller del área Marta Torrejón, que aporta jerarquía, o bien Ivana Andrés, el talento nato. Las bandas, propiedad de Marta Corredera y Celia Jiménez, para dejar a Meseguer, Virginia Torrecilla o Vicky Losada para sacar el balón. El gol es propiedad de Jenni Hermoso, Amanda Sampedro, Mariona Caldentey o Alexia Putellas, si bien esta suele jugar más escorada por la banda, a lo Iniesta. Y todo ello con un fondo de armario en el banquillo que da varias soluciones ante las vicisitudes propias del fútbol.

La clasificación perfecta que ha logrado este grupo, con la aportación de jóvenes como Aitana Bonmatí, Nahikari García o Patri Guijarro, ha hecho que el objetivo planteado sea, como mínimo, pasar la fase de grupos. Empatar con Japón, vigentes subcampeonas del mundo, en el último amistoso da buena muestra del estado de forma en el que llegan, pero no podrán despistarse. Ya lo avisaba el seleccionador: Sudáfrica, primer rival, no dejará margen al descanso; China viene pujando muy fuerte y todo lo que no sea sujetar a la durísima Alemania será todo un logro.

El sueño comienza este sábado a las 18:00h, y se verá en GOL. Porque sí: el Mundial Femenino se verá en televisión y en directo. Ya no hay excusas para que el apoyo no sea masivo.