Igor Antón retiene el amarillo tras una espeluznante caída de Frank Schleck

  • El luxemburgués atacó y era líder provisional, pero se fue al suelo.
  • Trazó mal una curva y se cayó a un pequeño barranco. Salió ileso.
  • La etapa la ganó el alemán Markus Fothen (Gerolsteiner).
Frank Schleck entra en la meta de la quinta etapa de la Vuelta a Suiza 2008 (EFE).
Frank Schleck entra en la meta de la quinta etapa de la Vuelta a Suiza 2008 (EFE).
EFE
Frank Schleck entra en la meta de la quinta etapa de la Vuelta a Suiza 2008 (EFE).

Cuarto en la general, a dieciséis segundos del amarillo que porta el vizcaíno Igor Antón (Euskaltel), el luxemburgués Frank Schleck (CSC) intentó revolucionar la Vuelta a Suiza demarrando en la parte final de la quinta etapa, 190 kilómetros entre Domat-Ems y Caslano con dos puertos y muchas encerronas.

Una revolución que se quedó en nada, sin embargo, por una caída de esas que ponen el pelo de punta. El mayor de los hermanos Schleck, que era líder virtual en Suiza y es uno de los nombres que más suenan para ganar el Tour de Francia 2008, trazó mal una curva a cuatro kilómetros del final, chocó con el quitamiedos y salió catapultado fuera de la carretera, hacia el fondo de un pequeño barranco, dejando en solitaro en cabeza al alemán Fothen (Gerolsteiner).

Para tranquilidad de todos, sin más daño aparente que unos cuantos arañazos, Schleck entraba en la línea de meta en solitario casi tres minutos después, luciendo un colgante al que no dejaba de besar mientras miraba al cielo, como agradeciéndole que su caída no haya sido nada más serio. Schleck fue el gran protagonista de la jornada y, casi en anécdota, quedó la victoria de etapa de Markus Fothen, un ciclista que apuntaba muy buenas maneras pero cuya progresión se ha frenado. Dani Moreno, el fichaje in extremis del Caisse d'Epargne, también buscó su oportunidad en los últimos kilómetros

Y más anecdótico aún, por el accidente de Schleck, que el vizcaíno Igor Antón, la joven perla del Euskaltel-Euskadi, mantenga otra jornada más el liderato de la general provisional. El de Galdácano estuvo bien, dando la cara en la parte final, cuando se movió, entre otros, el belga Devolder (Quick Step) o el Astaná trabajó para un Klöden que no apareció. Este jueves, en la sexta etapa, Antón tiene otra cita importante, el final en la cima de Verbier, un puerto de primera al que se llegará tras 188 kilómetros. Hay mucha gente relativamente cerca de él en la general.

"No me quejo de cómo me está saliendo la carrera -decía tras la etapa el propio Antón-. Vuelvo a repetir que hay mucha gente de calidad y yo no puedo salir a cada ataque. Tengo medir mis fuerzas y lo importante es que mañana volveremos a salir de amarillo, ya que el éxito es de todo el equipo".

Respecto al final en Verbier, Antón lo tiene claro: "Es bastante complicada, pues nada más salir nos vamos a encontrar con un puerto de categoría especial y para rematar el final es en alto. Si hay mucha batalla de salida está claro que lo vamos a pasar mal. Lo importante es que en lo que va de carrera estamos realizando un gran trabajo y vamos a intentar seguir en esa línea".

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