Raúl Entrerríos es el actual capitán de los Hispanos. El asturiano de la sección de balonmano del Fútbol Club Barcelona se ha ganado los galones con la constancia de las internacionalidades. Y es que el central, de 33 años, ha lucido la elástica de la selección en 187 partidos, el que más de todo el plantel.  El hermano pequeño de otro clásico del balonmano, Alberto, es junto a Albert Rocas, el único que logró los títulos mundiales de Túnez (2005) y España (2013), las dos estrellas de este equipo (aunque Chema Rodríguez, convocado, también formó parte del equipo en el primer título universal).

El capitán ejerce con soltura de portavoz y representante y aguanta con temple las burlas de sus compañeros cuando, durante el acto de presentación del equipo y de despedida antes de su viaje hacia Doha, la emisión del spot promocional de los Hispanos para el inminente Mundial arranca sin sonido y es detenida en un plano de su rostro en pleno esboce de un grito. “Uhhhh que guapoooo”, bromea una voz entre los otros quince convocados. El buen rollo se palpa en esta selección.

… Y llega el Mundial de Catar con su consecuente defensa del título y la dificultad de un doblete universal que solo ha sido capaz de concretar Francia últimamente (2009, 2011).

Quizá no nos marcamos como objetivo claro el revalidar el título.  Por supuesto que vamos con esa ambición, claro, pero partimos de cero. Tenemos  que pensar de ese modo. Somos campeones, es verdad, y eso nos da un plus de motivación y nos hace afrontar este campeonato con más ilusión. Pero vamos a comenzar con el día a día, aunque suene a tópico. Es muy complicado conseguir lo que hemos logrado en los últimos años, llegar hasta las semifinales en tantos campeonatos seguidos… Tenemos ese objetivo en mente, pero siendo conscientes de la dificultad que tiene.

Desde su punta de vista “interno”, ¿por qué este deporte ofrece tanta igualdad a la hora de la disputa de los títulos, una igualdad que le da mucho más mérito a cualquier logro?

Sí, creo que hay muchísima igualdad en estas competiciones del balonmano por países. Hay muchos candidatos sobre todo para el pase a semifinales, que es lo complicado. Luego allí es otra historia. Es muy difícil prever qué equipos van a lograr la medalla, es muy fácil que cambie su identidad de una edición a otra. Es algo que hace mucho más bonito nuestro deporte. Las diferencias son mínimas. Y los jugadores nos conocemos muchos de otros campeonatos internacionales o de nuestros clubes… Todo eso influye en que a alto nivel todo esté más igualado.

Que haya tantos Hispanos en ligas extranjeras ayuda a reforzar ese músculo y esa igualdad, pero también difumina la situación actual del balonmano en España en lo que a apoyos o competición se refiere. Una dicotomía complicada de gestionar…

Desde luego no es la situación que queremos ni para el balonmano español ni para su liga. Quizá hace unos años, no tantos, pensábamos que esta circunstancia de ver a muchos españoles compitiendo en ligas extranjeras era algo increíble… Pero las circunstancias del país, no ya solo del balonmano, hacen que la gente tenga que buscar otras salidas. Ahora mismo es la situación que tenemos. Lo bueno para nosotros como selección nacional es que todos tenemos claro cuál es el camino del equipo, el ADN de nuestro balonmano, y una vez que nos juntamos todo esto queda al margen. Pero viéndolo desde la perspectiva de los Hispanos, todos deseamos que la liga mejore y en general eso será muy positivo para todos…

¿Cuáles son los puntos fuertes de esta selección?

Los fuertes están claros y se reducen al colectivo. Todos esos logros que hemos conseguido, todas las medallas o todas esas semifinales, los hemos logrado siendo nosotros mismos, funcionando como un equipo. Cuando estamos juntos y vamos en la misma dirección es difícil que nadie nos pueda ganar y si lo logran es por poco…

¿Y se pueden publicitar los débiles?

Nuestros puntos débiles quizá son muchos (ríe), pero eso tendrán que decirlo o descubrirlos los rivales… Hombre, físicamente es posible que no seamos como otros bloques, pero eso lo suplimos con otras cosas, como con nuestro dinamismo, con nuestra alegría en el juego, con nuestra defensa… con la combinación de muchos aspectos.

Se reencontrarán con Valero Rivera, exseleccionador español y actual responsable de una Catar que será rival de España en la primera fase. ¿Qué crédito le dan a la selección catarí y su proyecto de nacionalizados?

No sé si estará entre los candidatos al título, pero a nosotros nos da muchísimo respeto. Primero porque juega en casa y eso da un plus de motivación…

… Y el siempre nebuloso factor arbitral, claro…

(Sonríe). Y luego, a parte, porque ha hecho un equipo muy bueno con un entrenador que es de los mejores del mundo. Hemos tenido a Valero Rivera muchos años y sabemos cómo es, lo que exige y lo que es capaz de sacar de un equipo… Para nosotros es otro candidato  a tener en cuenta por muchos motivos y les vamos a jugar con mucho respeto.