¿A quién se pide el Real Madrid en sorteo de Champions? Puntos fuertes y débiles de sus posibles rivales

El Bayern de Múnich celebra con sus aficionados el pase a semifinales de la Champions League.
El Bayern de Múnich celebra con sus aficionados el pase a semifinales de la Champions League.
EFE
El Bayern de Múnich celebra con sus aficionados el pase a semifinales de la Champions League.

El Real Madrid conocerá este viernes a su próximo rival en la Champions League, el último que le separará de la final del 26 de mayo en Kiev. Estos son los puntos fuertes y débiles de los otros tres equipos que le acompañarán en el bombo.

Bayern

Lo mejor: el peso de su historia es sin lugar a la duda un elemento a tener en cuenta, que cobra todavía más fuerza si recordamos cómo cayó el pasado curso, entre quejas por el arbitraje del húngaro Kassai en la vuelta de cuartos en el Bernabéu. El Real Madrid se encontrará un Allianz encendido y un grupo de jugadores de gran jerarquía con una motivación extra.

Desde el punto de vista estrictamente deportivo, al Real Madrid le aguardan dos grandes amenazas. La primera es Robert Lewandowski, un tipo de delantero que se les ha atragantado a Ramos y Varane, más cómodos defendiendo espacios abiertos que peleando con un punta referencia. Por supuesto hay que añadir a James Rodríguez, que no sólo supondría un problema por querer demostrar su talento: Jupp Heynckes, además, le ha dado el timón del equipo y está respondiendo con creces.

Lo peor: la baja de Coman le ha dejado sin capacidad de desborde. Heynckes ha apostado por Robben y Ribery para ocupar ambas bandas, e indiscutiblemente su experiencia les hará tomar decisiones acertadas en situaciones límite. Sin embargo, su chispa se ha perdido, y parece complicado que supongan un problema constante en el uno contra uno frente a Carvajal y Marcelo. A nivel táctico, hay que añadir otra posible debilidad en el Bayern: sorprendentemente, el veterano técnico alemán está intentando incluir muchos jugadores de corte ofensivo, lo que ha provocado  que Javi Martínez tenga que abarcar muchos metros cuando toca defender.

Liverpool

Lo mejor: en su presentación como entrenador, Jürgen Klopp dijo que había que “transformar a los incrédulos en creyentes”. Dos años y medio después, el alemán ha conseguido convertir un equipo deprimido en uno de los más agresivos y seguros de su plan de juego en toda Europa. El Liverpool vuelve a creerse grande y eso supone una gran amenaza. Por supuesto, a ello hay que sumar a su trío de puntas. Firmino, su ‘falso nueve’, potencia de forma constante la velocidad de Salah y Mané. Los reds no necesitan amasar demasiado balón para hacerte un gol en un abrir y cerrar de ojos, lo que a estas alturas de competición puede resultar decisivo.

Lo peor: su calidad defensiva desde el punto de vista individual puede resultar un problema enorme en la exigencia que supondrá una semifinal de la Champions League. Es cierto que la llegada de Van Dijk ha supuesto un salto cualitativo incuestionable, pero de los emparejamientos de Alexander-Arnold, Lovren y Robertson con los atacantes blancos, el Real Madrid debería de sacar una clara ventaja.

Roma

Lo mejor: el fútbol se decide en las áreas, y ahí la Roma tiene dos activos para competir en cualquier escenario. El choque del Camp Nou abrió ciertas dudas sobre el rendimiento de Alisson en el primer nivel, pero la realidad es que el guardameta brasileño ha sido uno de los más regulares de todo el fútbol europeo en el presente curso. A eso hay que sumar un Edin Dzeko que se exhibió ante el Barça y que, como Lewandowski, cumple con el prototipo de delantero que suele hacer daño a la pareja de zagueros blanca.

Dejando clara su capacidad competitiva en una y otra portería, es imposible explicar que el equipo giallorosso haya llegado hasta aquí sin la figura de su entrenador. A pesar del 4-1, Di Francesco planeó una defensa pasiva que le hizo competir muy bien en el Camp Nou, y cambió el dibujo para sorprender a Valverde en el choque del Olímpico, con matices dignos de un estratega de primer nivel.

Lo peor: aunque la Roma destapó algunas carencias del Barcelona, el Real Madrid tiene en este momento a los mejores centrocampistas del mundo, lo que podría provocar que la Roma, tanto si presiona como si espera, tenga que correr detrás de la pelota de forma constante. Ahí, con Dzeko como referencia, pierde capacidad de contragolpe, y los de Zidane podrían vivir cómodos con la defensa adelantada. Además, es indudable que al equipo, en un momento de gol o eliminación, va justo de creatividad en el último tercio.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento