Había mucha expectación por ver cómo el público del Santiago Bernabéu recibía al equipo tras ser goleado en su visita al Vicente Calderón y tras la polémica fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo horas después de ese encuentro. Los hinchas del Real Madrid la tomaron con Iker Casillas y con el entrenador, Carlo Ancelotti.

Cuando por megafonía se anunció el once de los blancos, el portero y capitán recibió una sonora pitada, al igual que cuando llegó el turno del técnico italiano. En cambio, en el caso de Cristiano Ronaldo hubo división de opiniones entre los que optaron por silbar al luso y los que le dedicaron un fuerte aplauso.

Casillas cometió un grave error en el primer tanto del Atlético de Madrid en el derbi y a Ancelotti se le reprocha no acertar en sus planteamientos contra el equipo colchonero.

El resto se salvó de la quema. En cada pelota que tocó Casillas, fue pitado. No se salvó en ninguna, por lo menos durante la primera parte. Casi al final del primer acto, el sector del público que permanecía en silencio, decidió involucrarse para apoyar a su capitán.

Entonces, durante quince minutos, se escucharon pitos y aplausos en un combate para ver si ganaba el apoyo o la crítica hacía Iker. Conforme pasaron los minutos y se desarrollaban los segundos 45 minutos, los ánimos se fueron calmando y la situación se fue apaciguando para el capitán.

Al acabar el partido, Arbeloa salió en su defensa: "Siempre he dicho que los pitos son exigencia. Cuando nos pitan a unos nos pitan a todos. El publico es soberano. Significa que nos exigen a todos, no solo a Iker. Nos arropamos los unos a los otros porque somos una familia. Estamos contentos por la victoria".