Salta, corre, vuela... El parkour, deporte en estado puro

  • Es un método de entrenamiento que utiliza la ciudad como banco de pruebas.
  • "No hay ni venecedores ni perdedores; compites contra ti mismo".
Adrián, Miguel, Alberto y Santiago, posando sobre un muro.
Adrián, Miguel, Alberto y Santiago, posando sobre un muro.
JORGE PARIS
Adrián, Miguel, Alberto y Santiago, posando sobre un muro.

"Preparar tu cuerpo para llegar lo más rápido posible de un punto A a un punto B superando cualquier tipo de obstáculo que se presente en el camino". Esa es la esencia del parkour, según cuenta Santiago Asgi, un joven madrileño, de 22 años, que lleva más de seis practicándolo en las calles de la capital. "Y llegar entero al punto destino", matiza su compañero Adrián Pueyo. Ese matiz cobra una importancia significativa porque saltar de un lado a otro de una boca de metro o hacer un mortal sobre una barandilla puede poner en riesgo la salud física del más experto.

"No es un deporte peligroso porque el riesgo se lo pone cada uno. Empiezas trabajando en el suelo y poco a poco vas aumentando la dificultad,  jugando con las alturas. Si haces un salto arriesgado es porque realmente estás preparado para hacerlo", explica Santiago. Adrián lo corrobora: "Tienes que conocerte bien y saber hasta dónde puedes llegar. Hay que vencer el miedo, pero no hacerlo al estilo suicida, sino con mucho entrenamiento".

Y es que el parkour es eso, un método de entrenamiento, que se practica en la calle (útil para ahorrarse la factura del gimnasio en tiempos de crisis), y que pone a prueba todas las aptitudes físicas. "Flexibilidad, resistencia, fuerza... tienes que ser lo más completo posible. Buscamos el movimiento útil y todo ayuda a encontrarlo", dice Miguel Espada, a quien el parkour le ha servido para trabajar como especialista en conocidas series como Águila Roja o Los hombres de Paco.

Eso sí, lo de practicarlo en la calle conlleva sus molestias. "Algún abuelo que pasa te echa la bronca porque piensa que estás haciendo el vándalo. La Policía no nos molesta demasiado, ya conoce un poco el parkour y entiende que solo estamos haciendo deporte", apunta Adrián. En su casa también necesitaron tiempo para asimilarlo: "Mi madre todavía se escandaliza cuando ve los vídeos de lo que hacemos".

Competir contra uno mismo

El parkour se diferencia de otros deportes en que no existe la competición. "Aquí no hay vencedores ni perdedores. Solo compites contra ti mismo y contra tus propios límites", señala Adrián. "Puedes tener un estilo u otro, pero no puedes decir cuál es mejor. Se trata de crear movimientos y superarte a diario", afirma Miguel.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento