El absoluto desastre del proyecto de McLaren para las 500 millas de Indianápolis hizo que Fernando Alonso no lograse clasificar para cumplir, o al menos intentarlo, su sueño de la Triple Corona en este 2019. El equipo británico contó con la ayuda de Carlin como socio, pero desde el principio de la semana mostraron unas carencias que en el definitivo 'Bump Day' del domingo fueron demasiado importantes para ceder.

Aunque la no clasificación entre 33 primeros implica que el piloto debe quedar fuera, en la Indy hay una vieja costumbre, ya casi en desuso pero de vez en cuando utilizada, de que un piloto negocie con otro equipo, este clasificado, para 'comprar' su asiento, en detrimento del piloto titular que usaron en clasificación.

El brasileño Bruno Junqueira, por ejemplo, vio cómo le bajaban de su coche en 2011 para subir a Ryan Hunter-Reay, que había sido eliminado. En aquella edición, Andretti iba de la mano de DHL como patrocinador y fue un argumento suficiente como para que AJ Foyt bajase al otrora corredor de Fórmula 1.

Esta opción se tanteó inmediatamente después de que Fernando Alonso cayese eliminado este domingo, pero enseguida fue deshechada. Lo explicó Zak Brown, CEO de McLaren y uno de los más señalados por el fracaso: "Volveremos a luchar. No queremos comprarlo, queremos merecerlo. Cualquiera puede comprarlo, nosotros queremos conseguirlo por mérito", le explicó a la reportera Jenna Fryer, de la NBC.

Habrá que esperar unos días a que se enfríe la situación para saber si Alonso volverá a intentarlo o tira la toalla definitivamente.