El español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) protagonizó una buena serie final de tres vueltas en los primeros entrenamientos libres de MotoGP para el Gran Premio de Catar con la que se encaramó hasta la primera posición de la tabla provisional de tiempos.

Lorenzo logró un mejor tiempo de 1:56.685 que supuso una ventaja de 58 milésimas de segundo respecto al británico Cal Crutchlow (Yamaha YZR M 1) y de 71 respecto al italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1), que fue el más claro referente para sus rivales durante buena parte de los 40 minutos de entrenamiento.

La suciedad de la pista, que en algunos puntos levanta un polvo preocupante y, sobre todo, muy deslizante para las motos, fue el principal inconveniente que se encontraron todos los pilotos y, en particular, las más potentes MotoGP, cuyos pilotos tuvieron más de un susto a lo largo de la tanda de prueba.

Y la diferencia entre los tres pilotos de Yamaha fue aún menor una vuelta antes, puesto que Lorenzo se llegó a encontrar con siete milésimas de ventaja sobre el británico y apenas veinte respecto al italiano, lo que en cualquier caso deja claro que las motos de Iwata han comenzado con muy buen pie la disputa del mundial en este peculiar trazado catarí.

La primera moto no Yamaha ha sido la Repsol Honda del debutante Marc Márquez, espectacular en su estilo y que, aún a pesar de haber sufrido algún que otro susto en forma de salida de pista, pudo situarse cuarto, si bien lo hizo a casi seis décimas del mejor registro de la categoría, todavía lejos del récord que ostenta Jorge Lorenzo con 1:54.634.

Tras Márquez acabó otra de las sorpresas de la jornada, la Ducati Desmosedici del italiano Andrea Dovizioso, a poco más de ocho décimas de segundo de la Yamaha de Lorenzo. Dani Pedrosa, por su parte, solo pudo ser octavo.

Mejor fue el rendimiento de Aleix Espargaró (ART), el primero de los pilotos de la clasificación CRT (Claiming Rules Team), que acabó en la novena posición, a poco más de un segundo del líder y con pilotos de MotoGP como los estadounidenses Nicky Hayden y Ben Spies (Ducati Desmosedici), el británico Bradley Smith (Yamaha YZR M 1) o el italiano Andrea Iannone (Ducati Desmosedici) por detrás de la estela de su moto.

El japonés Takaaki Nakagami (Kalex) le pagó con la misma moneda al español Pol Espargaró (Kalex) en la segunda tanda de Moto2, en la que logró el mejor tiempo en la última vuelta, si bien hasta ese momento el más rápido había sido Pol Espargaró.

En las dos últimas vueltas se encontró con que primero su propio compañero de equipo, el también español Esteve 'Tito' Rabat (Kalex), y luego el piloto nipón, le relegaron a la tercera posición final, si bien entre ellos no hubo ni dos décimas de segundo de diferencia.

En realidad ellos tres fueron quienes marcaron las diferencias en cabeza del grupo de aspirantes en Moto2, puesto que el cuarto clasificado, el británico Scott Redding (Kalex), acabó a medio segundo, aunque no hizo sino confirmar el gran trabajo realizado por la ingeniería alemana Kalex, que aún colocó un quinto piloto, el también español Julián Simón, en las cinco primeras posiciones.

Otro español, Luis Salom (KTM) se encargó de relegar al alemán Jonas Folger (Kalex KTM) a la segunda plaza al término de la primera jornada de entrenamientos de Moto3 y con ello se quedó a escasamente nueve décimas del récord de la pista.

Salom rodó en 2:07.341, mientras que el récord del circuito lo ostenta Maverick Viñales (KTM) con la FTR Honda el año pasado en 2:07.276, pero que tuvo más problemas de los previstos con la lesión que arrastra en el dedo anular de su mano derecha.

Viñales, el tercer clasificado del mundial del pasado año, acabó noveno los entrenamientos a poco más de 1,2 segundos del líder de la tabla, pero con el inconveniente de que al parecer la cicatriz de su lesión en el dedo anular se habría ablandado y abiertos los dos puntos que antes de los entrenamientos le había retirado el médico Javier Mir.

Pese a las molestias, Maverick Viñales fue mejorando poco a poco hasta lograr la novena plaza, aún lejos de su mejor rendimiento, que difícilmente podrá conseguir en el fin de semana de Catar.