Bajan aguas revueltas por Foggia. El equipo de la Serie B se encuentra al borde del descenso y ha despedido a su técnico, Pasquale Padalino, por la mala racha de resultados. La derrota este sábado en el derbi regional ante el Lecce (1-0), condenó al entrenador pero también provocó la ira de los fans.

El propio club anunció que un coche perteneciente al delantero Pietro Iemello fue incendiado unas horas después del partido. También que dos de los vehículos de la familia Sannella, propietaria del club, fueron atacados, pues colocaron cartas bomba con el objetivo de destruir los vehículos.

El domicilio del centrocampista Massimiliano Busellato fue otros de los objetivos, pues se registró el lanzamiento de petardos contra la fachada.

El club ha calificado los incidentes como “ataques viles” y denuncia que “es inadmisible presenciar actos criminales que sólo pueden dañar al club y a toda la ciudad”. El alcalde Franco Landella también lamentó los altercados en sus redes sociales, destacando que “no hay lugar para la violencia en el deporte”.