El encuentro entre Dinamarca y Francia acabó, tal y como se esperaba en las previas, en empate. Un posible acuerdo entre las dos selecciones europeas hubiera dejado fuera a Australia en caso de que el cuadro entrenado por Van Maarwijk hubiese vencido a Perú, pero finalmente los socceroos han decepcionado cayendo ante el equipo sudamericano, que ya estaba eliminado, y que se ha pegado al menos el gusto de marcharse de Rusia ganando un encuentro.

El partido entre daneses y franceses, en cualquier caso, tuvo poco ritmo y se arriesgó muy poco desde el inicio. Dinamarca, de hecho, cambió su sistema habitual, y empleó a Christensen, uno de sus defensas centrales en los dos primeros partidos, como mediocentro defensivo. Los de Hareide replegaron muy atrás, concedieron pocos espacios y Francia, que tampoco quería perder el primer puesto del grupo, no arriesgó ni lanzó demasiados futbolistas por delante de la pelota.

Con el triunfo de Perú ante Australia -y más a partir del 2-0, con el que a los daneses les deba igual perder ante Francia-, vimos al equipo escandinavo algo más activo en ataque, asumiendo algunos riesgos. Eso también permitió a Francia encontrar algún espacio más, lo que sumado a la entrada de Fekir, pudo provocar que la igualada se pudiera romper en algún momento.

Especialmente activo estuvo precisamente el jugador del Olympique de Lyon, que nada más ingresar se sacó un buen zurdazo que se marchó rozando el palo, y poco después se sacó otro buen remate. Será difícil medir hasta que punto existió o no el "biscotto", pero en cualquier caso es algo irrelevante teniendo en cuenta que Australia no pudo ganar su partido.