La noticia que ha convulsionado el mundo de la F1, ese presumible pacto entre Ferrari y Alonso de cara al 2011, responde a una estrategia fríamente calculada por los responsables del equipo italiano.

Así, según informa la edición digital de As, el objetivo era crear un estado de crispación en el seno de la escudería, que desencadenara el adiós anticipado de Kimi Raikkonen, y la llegada del asturiano como recambio para este mismo año.

Pero el bicampeón mundial no ha querido entrar en ese juego y ha frenado la operación. Así, les confirmó que no se movería de Renault y que el 19 estaría en Portimao con motivo de la presentación del equipo.

Además, el piloto español, que aduce cuestione éticas para no dejar en la estacada al equipo con que alcanzó sus mayores éxitos, ve perfectamente posible ganar el Mundial con su nuevo monoplaza, que tan espectacularmente evolucionó en el último tercio del pasado campeonato.

Eso sí, salvo sorpresa, recalará en Ferrari por fin en 2010.