El italiano Giampaolo Caruso rentabilizó la actuación del equipo Katusha, con cuatro de sus ocho ciclistas participantes entre los diez primeros, en la 95.ª edición de la clásica Milán-Turín, cita en la que se impuso con tres segundos de margen sobre su compatriota Rinaldo Nocentini (AG2R) y nueve sobre el español Dani Moreno (Katusha).

Moreno, quien ya fue tercero en la pasada edición, fue el mejor español clasificación en una prueba donde el madrileño Alberto Contador (Saxo-Tinkoff) regresaba a la competición tras su victoria en la pasada Vuelta a España. Contador, ganador de esta clásica en 2012 y que partía como uno de los favoritos, concluyó sexto, a 17 segundos de Caruso y por detrás de Fabio Aru (Astaná) y Purito Rodríguez (Katusha).

La prueba transalpina, una carrera que se remonta a 1876 (la más antigua de Italia) y que se caracteriza por varias interrupciones en su organización, regresó al calendario en 2012, tras un parón de cuatro años, aportando la novedad de un final en alto junto a la Basílica de Superga. Una ascensión de cinco kilómetros que los corredores afrontan en dos ocasiones.

Caruso atacó junto a Nocentini y el luxemburgués Franck Schleck (Trek) en los dos kilómetros finales de la ascensión a Superga. Los escapados, entre los que acabaría cediendo Schleck, cogieron al ruso Sergei Chernetskiy. Y en la llegada Caruso fue el más rápido y acabó con una sequía de cinco años sin victorias.