El título de Liga ya está casi sentenciado. El gol de Bellingham, unido a un partidazo de Lucas Vázquez, decidió el Clásico en el Santiago Bernabéu (3-2) y deja la diferencia del Real Madrid en 11 puntos sobre el FC Barcelona, una distancia que se antoja insalvable a seis jornadas del final. Los de Xavi se llegaron a poner por delante en dos ocasiones, pero no cerraron el partido y lo acabaron pagando caro.
Y, cómo no, el duelo tuvo sus raciones de polémica. Dará que hablar especialmente un gol fantasma no concedido a Lamine Yamal en el que no queda del todo claro si el balón rebosa plenamente la línea de gol antes de que Lunin lo despejara.
Fue un partido condicionado por lo sucedido el miércoles en la Champions, lo que obligó a Carlo Ancelotti a hacer cambios: Lucas Vázquez por Carvajal, Camavinga al lateral zurdo por Mendy y Tchoauméni en defensa para meter a Modric en el medio.
Xavi sorprendió con Christensen por Pedri, pero quedó claro que se había estudiado y muy bien lo que había sufrido el Madrid en los córners. El primero de ellos, cerradito, contó con la colaboración de un inseguro Lunin, que no despejó y Christensen cabeceó a la red con potencia.
Solo habían pasado cinco minutos y el Barça ya iba por delante, lo que hizo que el Madrid tomara el control del partido. Vinícius avisó con un disparo alto tras una buena combinación entre Tchoauméni y Modric y el gol llegó poco después. Lucas Vázquez le ganó la partida a Cancelo –otro partido con demasiadas deficiencias defensivas– y Cubarsí derribó de manera inocente al gallego en el área. Desde los once metros, Vini no perdonó.
Poco después, llegó la gran polémica del Clásico. Tras un córner, Lamine Yamal tocó el balón en el primer palo y Lunin lo despejó sin que quedara claro si el esférico había rebasado completamente la línea de gol. Finalmente, el colegiado decidió no conceder el tanto alBarça.
Antes del descanso, pudo hacer el segundo el Madrid, pero Vinícius pecó de generoso al marcharse solo hacia Ter Stegen pero decidir ceder finalmente a Rodrygo. Christensen le adivinó las intenciones y despejó el balón.
Tras el descanso, el encuentro bajó de revoluciones, con el Barça atacando sin demasiado convencimiento y solo creando peligro por medio de Lamine, que fue una pesadilla para Camavinga.
Vinícius la tuvo para matar el duelo en una veloz contra lanzada por Modric, pero el brasileño disparó demasiado alto. Y la respuesta del Barça llegó por medio de Lamine Yamal: su centro no encontró rematador, pero Ferran hizo dudar a Lunin, que despejó como pudo. El balón le cayó a Fermín, que marcó.
Quedaban 20 minutos y la Liga estaba en ese momento en solo cinco puntos, pero la reacción blanca no tardó en llegar. Vinícius centró con la zurda de manera perfecta y Lucas Vázquez remató a la perfección a la red.
El empate no le valía al Barça, que se lanzó a por un nuevo tanto, pero este siempre pareció estar más cerca de llegar para el Real Madrid. Y así fue, en el descuento. Brahim arrancó, Lucas profundizó por la derecha y su centro lo remató Bellingham para dejar la Liga vista para sentencia.
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