Rafa Nadal no aguanta el ritmo de Álex de Miñaur y se despide del Trofeo Conde de Godó

Rafa Nadal - De Miñaur, en directo.
Rafa Nadal - De Miñaur, en directo.
David Ramos
Rafa Nadal - De Miñaur, en directo.

Rafa Nadal no superó este miércoles su segunda jornada de prueba en el Trofeo Conde de Godó de Barcelona en una dura derrota ante Álex de Miñaur (5-7/6-1). El manacorí, aún en proceso de adaptación al ritmo de competición, no alcanzó el nivel de tenis del australiano y sucumbió en un partido que disputó de tú a tú hasta el final del primer set.

Se preveía un partido mucho más duro ante De Miñaur que ante Cobolli. Ya lo avisó Rafa: "Será un partido de máxima exigencia, de un ritmo que no sé si voy a poder mantener. Vamos a intentarlo", y vaya si lo fue y si lo intentó.

El tenista de Sídney con raíces españolas (por parte de madre) llegaba a la gran cita con la ambición de demostrar que está preparado para dar un paso adelante en la tierra, y así lo hizo con un arranque fulgurante en el que rompió el saque de Rafa a las primeras de cambio. El ránking de De Miñaur no era el de Cobolli, el ritmo, tampoco.

Parecía que el guion de partido planteado por Rafa era similar al de su debut, idóneo para batir a un novato del top 100 e insuficiente para plantar cara a un rival muchísimo más sólido en el peloteo y con un desborde físico sensacional. Necesitaba más potencia al ataque y precisión en sus golpes desafinados. 

Tras el susto inicial empezó la búsqueda de soluciones. Llevó a De Miñaur a la ventaja desde el resto, donde no fue capaz de hacer contrabreak. Mejor fue la lucha en la ventaja del siguiente juego, esta vez al saque, en la que salvó otra bola de rotura para no descolgarse del marcador antes del primer descanso y certificar sus sensaciones con la pelota. 

Los errores se difuminaron y el partido empezó a entrar en una fase de transición. De Miñaur parecía tener todo bajo control con el buen porcentaje de servicios y las dejadas, golpe letal para un Nadal muy lento de reflejos. Mientras, en el otro lado de la pista, Rafa descifraba punto a punto las claves de su rival sostenido sobre un turno de servicio cada vez menos exigente.

El set avanzó hasta el 3-2 sin más sobresaltos, justo cuando Nadal rompería el 'paseíllo' de su rival. Con la ayuda de algún error no forzado, las dejadas y la aclimatación al ritmo de peloteo, Rafa equilibró el duelo con el break  y puso en muchos apuros a De Miñaur hasta el 5-5. 

El australiano se las prometía felices demasiado pronto y no esperaba la reacción de un Nadal celebrado por la grada en cada punto. Eso sí, cuando el partido entró en el territorio de lo peligroso, tiró de derechazos y saques seguros para cerrar dos juegos en blanco y dar un duro golpe moral a Rafa (7-5).

"Aunque tenga muchísima ilusión por jugar aquí, pueden pasar cosas, no voy a hacer nada que se salga de la lógica", advirtió un cauteloso Rafa antes de saltar a la pista, frase que llevó al pie de la letra tras verse a dos sets completos de la siguiente ronda.

El manacorí cerró su primer turno de servicio con mucho sufrimiento, nada que ver con el espectacular arranque de Álex de Miñaur en la segunda manga. El australiano superaba al español en todo, también en una defensa desde el fondo de la pista capaz de neutralizar los picotazos poco certeros de Rafa, más acertado al revés que con su derecha.

No hubo sobreesfuerzos, no era lo estipulado con su equipo y con el arrollador paso de De Miñaur hasta el 4-1 acabó toda esperanza de una de sus épicas remontadas. Con imprecisiones y aplausos a los buenos tiros del joven oponente, Nadal asumió que su partido había terminado

El marcador fue doloroso en la quinta y última derrota del 'rey de la tierra' en el Real Tenis Club de Barcelona. Más cuando la costumbre de su afición es verle ganar: 66 veces alzó el brazo al cielo de la Ciudad Condal, doce se tiró a la tierra batida de la pista nombrada en su honor para celebrar el título. 

Nadal se marchó tranquilo, con la sensación de haber hecho lo que tocaba, el plan de partido asumido como parte de un objetivo mucho mayor. Aun así, quiso explicarse en rueda de prensa para corresponder la emotiva ovación recibida por el público y por el propio De Miñaur.

"Perdiendo el primer set no podía luchar por el partido (...) no me puedo permitir jugar un partido de tres horas", lamentó antes de, con voz entrecortada, sincerarse ante todos los presentes en la grada este miércoles. 

"No era hoy el día en el que tenía que dejar todo y morir. En París, que sea lo que Dios quiera, allí sí que es el momento. Al menos he tenido la ocasión de decir adiós al Godó jugando... hace una semana pensaba que no podría volver a jugar aquí", sentenció a una semana del comienzo del Mutua Madrid Open. 

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Rafa Nadal - Álex de Miñaur, en directo: última hora del Conde de Godó
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